Un año más, los presupuestos del ejecutivo de Pedro Sánchez no contribuyen a poner fin a la infrafinanciación que sufrimos en la Comunidad Valenciana, incumpliendo de nuevo con los valencianos en cuanto a una inversión equiparable al peso poblacional.
Hay que recordar que los valencianos representamos un 10,6% de la población española, pero recibimos solo el 9,3% de la inversión territorial, quedando a más de un punto por debajo. Con estos presupuestos, se evidencia, una vez más, cómo Sánchez tiene predilección por los nacionalistas y por aquellos que se saltan la ley. Y esta escandalosa predilección por Catalunya provoca un sentimiento de indignación en el resto de comunidades, a excepción del País Vasco y Navarra, que gozan de privilegios históricos. Aunque siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, hay que poner sobre la mesa que beneficiar a unas autonomías y castigar a otras conlleva perjudicar el estado de bienestar de sus ciudadanos.
En cuanto a la provincia de Castellón, el próximo año recibirá 33 millones menos de inversión, lo que limitará las mejoras en nuestra provincia. Por poner un ejemplo, se pueden quedar fuera de previsiones la mejora de cercanías o el AVE Valencia-Castellón. Siguiendo con este ejemplo del servicio de cercanías, si hacemos una comparativa, la Comunidad Valenciana recibe la ridícula cantidad de 60 millones de euros frente a los 1.300 de Barcelona.
Conociendo estos presupuestos, resulta vergonzosa la actitud autocomplaciente del presidente Ximo Puig, que, como años anteriores, no presiona a su jefe y sigue dándose palmaditas en la espalda por unas cuentas que intenta maquillar como buenas y, lejos de solucionar el problema de la infrafinanciación, se dedica a tira balones fuera hablando de deslocalizar instituciones de Madrid a la periferia.
*Portavoz adjunta de Cs en Les Corts
