Frente a un Gobierno sectario y totalitario que incluso, en plan dictadura de Maduro, prohibió mi entrada en la recepción de la Guardia Civil que tuvo lugar el pasado 12 de octubre, por orden expresa de la subdelegada del Gobierno, la socialista Soledad Ten; el Partido Popular se consolida como la única fuerza capaz de devolver la ilusión y la dignidad a los castellonenses. Un PP más fuerte y más unido que nunca, y que está comprometido con el futuro de los ciudadanos en todos los sentidos.
El PP no va a aceptar bajo ningún concepto unos Presupuestos Generales del Estado que olvidan y ofenden a toda nuestra provincia. Unas cuentas que son el reflejo, el más fiel reflejo, del ninguneo al que el Gobierno de Pedro Sánchez, con el apoyo de Podemos, somete a nuestra provincia mientras Ximo Puig, desde la Generalitat valenciana, guarda silencio. Un silencio cobarde.
Vamos a seguir defendiendo los intereses de Castellón por todas las vías a nuestro alcance, y por eso estamos recorriendo nuestra provincia, pueblo a pueblo, para saber de primera mano cuáles son las necesidades de cada uno de ellos, esas que han sido deliberadamente olvidadas por el presidente del Gobierno y su séquito de 22 ministros y varios centenares de asesores para, de esta manera, transformarlas en enmiendas a las cuentas que la extrema izquierda ha preparado para el año próximo.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 solo pueden calificarse como un castigo a los castellonenses, porque ignoran deliberadamente cuestiones imprescindibles para nuestra provincia. El PSOE y Podemos vuelven a negar, una vez más, a nuestra provincia nuestro derecho a crecer y a mejorar a todos los niveles.
A la cola de las inversiones del Estado
Y es que Sánchez ha reducido, sin el más mínimo signo de vergüenza, la inversión directa para Castellón hasta un 19%. ¡Casi nada! El PSOE y Podemos ponen a Castellón a la cola de las inversiones del Estado y a la cabeza del hachazo fiscal, porque al recorte de inversiones para nuevos proyectos, se suma la penalización que supone la falta de reforma del sistema de financiación autonómica, y que, además, vendrá acompañada de una subida de impuestos que sumará más de 17.000 millones de euros. Unas cuentas que seguirá empobreciendo a todas las familias de la provincia.
Las obras que ahora mismo están en marcha en la provincia de Castellón son las que dejó el PP activas en 2018. Desde entonces, el PSOE no ha hecho nada por nuestra provincia. Pero nada de nada. Absolutamente nada. Cero patatero.
Y por eso, el corredor mediterráneo sigue retrasándose, las actuaciones en infraestructuras productivas que tienen que ver con el Puerto de Castellón están en el mismo punto en el que estaban, no se da solución al problema de las desaladoras, las inversiones en materia de trenes de cercanías brillan por su ausencia y la continuidad de la A-7 hasta Tarragona o los espigones para salvar las playas de la zona sur de Castellón ni están ni se le esperan. Lo dicho: nada de nada.
Pero Castellón no es la única provincia perjudicada por la política de la extrema izquierda, ya que los Presupuestos Generales del Estado sitúan a toda la Comunitat Valenciana por debajo del peso de nuestra población. Sánchez supone un nuevo freno a la inversión y a la recuperación económica de toda nuestra región. Y no lo vamos a consentir.
Alcaldesa de Vall d’Alba, diputada provincial y presidenta provincial del PP de Castellón
