El pasado 29 de octubre nos unimos a la celebración del Día Mundial de Acción para la Inversión y el Trabajo Digno en el Ámbito de los Cuidados. La pandemia del covid-19 ha agravado los problemas existentes en el sector de la Dependencia por falta de financiación, dotación de personal inadecuada, aumento de los riesgos psicosociales y privatización… El personal que realiza trabajos en este sector ha abandonado los puestos de trabajo debido al estrés, a los bajos salarios y al trabajo precario. Entre los años 2019 y 2021 la cifra de empleadas y empleados que han dejado sus trabajos ha ascendido a 421.000, un dato alarmante. Deberíamos reflexionar ante la falta de personal y preguntarnos: ¿quién cuida a l@s que cuidamos de las personas mayores, de las personas dependientes, de las personas enfermas?
El covid-19 dejó al sector de la dependencia al descubierto, mostrando en algunos aspectos, lo que en años pasados se venía denunciando. La falta de personal cualificado para el desempeño de las funciones que se agravó por la alta fuga de los mismos a la pública, donde presentan mejores condiciones laborales; las cifras alarmantes del personal contagiado por el virus y que una gran cantidad de estas y estos sufren de covid persistente, las ratios mínimas que se exigen donde en muchas ocasiones debes atender a una persona en un tiempo mínimo y con unas exigencias incomprensibles, las largas horas de trabajo, la falta de acceso a equipos de protección individual (EPI), el agotamiento físico, emocional y mental, las malas condiciones de trabajo...
Desde la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO venimos denunciando dicha situación y exigimos mejoras en estas condiciones. Mejoras como el aumento de ratios, el reconocimiento de la profesión, mejora en salarios… Acción que llevamos acabo realizando movilizaciones, concentraciones, en las mesas de negociación de los convenios de dicho sector…
Una de nuestras últimas acciones de Comisiones Obreras ha sido trasladar al Ministerio de la Seguridad Social una propuesta firme para que contemple la posibilidad de adelantar a los profesionales sanitarios y sociosanitarios la edad de jubilación a los 60 años bajo ciertas condiciones. La OIT (Organización Internacional del Trabajo), dedicada al estudio de la prevención de riesgos laborales, indica que la penosidad, la nocturnidad y el riesgo de algunas profesiones son motivo para aplicar coeficientes reductores en la edad de jubilación. Se avala la petición atendiendo a que el personal del sector sanitario, con las guardias, trabaja en 30 años el equivalente a más de 40 años de otras categorías.
Asimismo, hay estudios que revelan que estos y estas profesionales tienen la cuarta tasa más alta de problemas graves de salud relacionados con el trabajo; España es el segundo país europeo donde los sanitarios sufren más accidentes laborales, más de 2.500 accidentes al año por cada 100.000 empleados/as sanitarios/as. La exposición a riesgos biológicos o químicos más prevalente es la que se da en el sector de la asistencia sanitaria.
Las mujeres del sector tienen más probabilidades de sufrir al menos un accidente o de padecer una enfermedad profesional que las trabajadoras de otros sectores. En España, estas estadísticas coinciden con las publicadas por el Ministerio de Trabajo en su Estudio comparativo de puestos de trabajo con turnicidad del año 2018.
Por lo tanto, hay una necesidad urgente de una inversión pública adecuada para conseguir salud y cuidados públicos de calidad y de acceso universal. Tenemos que reconstruir y revisar el modelo residencial actual, y debemos de garantizar unos salarios adecuados para un nivel de vida digno y las mejoras en las condiciones laborales.
*Equipo de apoyo de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comarques del Nord CCOO
