Los gobiernos de la izquierda siempre nos conducen a la ruina, bien con el PSOE o con las coaliciones actuales de izquierdas, y es que las políticas que aplican siempre son las mismas: Baja eficiencia en la utilización de los recursos públicos, subida de impuestos para poder mantener un gasto público incontrolado que lastra la competitividad de las empresas y lastra la capacidad de las familias para consumir y ahorrar… y el paro empieza a afectar cada vez a más personas, primero a miles y después a millones, y se dispara el déficit y la deuda nacional.
En menos de 30 años, España ya ha vivido y superado dos crisis económicas. Las iniciadas en 1993 y 2008. Todas con un denominador común, con el PSOE en el Gobierno de España. Y siempre ha sido el Partido Popular el que propuso medidas para que la crisis no fuese cada vez mayor, aunque nunca fue escuchado, y siempre ha sido el que terminó por resolver la situación.
Por desgracia, el actual gobierno de izquierdas vuelve a repetir el mismo modelo, el suyo, el que arruina a millones de personas. Los precios de consumo se aceleran hoy muy por encima de la subida de los salarios, la inflación se ha descontrolado hasta el 5,5%, como en 1992, que fue preludio de uno de los momentos históricos más difíciles de la economía en España. La recesión se instaló en España y el desempleo pasó del 16% al 24%, con una caída inusitada de la inversión de las empresas.
Está claro que el futuro de la provincia de Castellón tampoco les importa lo más mínimo ni en la Generalitat Valenciana, ni al bipartito PSOE-Compromís en la Diputación de Castellón.
Rebaja generalizada de impuestos
Ahora es el momento, en las puertas de una gran crisis, de que las administraciones públicas gestionen de la forma más eficaz posible y apuesten por una rebaja generalizada de impuestos a las familias, empresas y autónomos. Tal y como proponemos el Partido Popular a todas las administraciones, tal y como hacemos el Partido Popular en las administraciones donde gobernamos.
Ni Sánchez quiere escuchar a Pablo Casado en sus propuestas concretas para rebajar la presión fiscal y la burocracia, para aumentar la formación, la flexibilidad laboral y tener más seguridad jurídica. Ni Puig quiere escuchar a Carlos Mazón en su propuesta de rebaja fiscal de 1.530 millones de euros en todos los impuestos que sean de competencia autonómica. Ni tampoco el PSOE y Compromís quieren escuchar a Marta Barrachina en sus propuestas de bajada de impuestos y para reclamar las inversiones necesarias para el futuro y las oportunidades en la provincia de Castellón.
Como ejemplo, el PP de Castellón ha vuelto a solicitar por tercera vez, en menos de un año, que la Diputación de PSOE y Compromís rebaje el recargo provincial del Impuesto de Actividades Económicas al 5%, ya que se niegan a bajarlo por debajo del 25%. Una propuesta debatida y votada ya dos veces en contra por los socios de la izquierda. Una propuesta necesaria para ayudar a las empresas de la provincia a generar empleo… y una propuesta muy posible, ya que la Diputación de Castellón ha incorporado en los dos últimos años a sus presupuestos más de 50 millones de euros extra provenientes de los remanentes de la anterior legislatura.
Se hace urgente resolver la situación actual.
Secretario general del Partido Popular de la provincia de Castellón
