Al rey Luis XIV de Francia, también conocido como El rey Sol, se le atribuye la frase «el estado soy yo». Esa fue, durante muchos años, la máxima expresión del absolutismo. Dicen que pronunció estas palabras, aunque eso no está del todo claro, en abril de 1655 ante el parlamento de París. Recordando de esta forma la primacía de su autoridad frente a todos y sobre todos.
Durante casi 400 años ha habido quienes han intentado seguir la estela del rey Sol, sin conseguirlo, naturalmente, hasta que ha llegado a la política un nuevo rey de los astros, el inefable presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Pedro, Pedrito, Pedrete ha afirmado sin ruborizarse ni un poco que, de tener que volver a actuar contra el covid-19, no dudaría en decretar los estados de alarma de hace dos años y que el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucionales. Se la suda que el poder judicial le haya leído la cartilla. Se la pela pasarse la carta magna por salva sea la parte. Le importa un carajo lo que digan los demás. Él es el estado. O eso, al menos, cree.
También dijo que esas alarmas salvaron 450.000 vidas. Resulta curioso que, gracias a su desinformación, en España no se pueda saber cuántos fallecidos hemos tenido por culpa del maldito virus, y que, sin embargo, él, y solo él, sepa con exactitud cuánta gente se salvó gracias a sus polémicas medidas.
¡Hay que joderse! Y mientras tanto, los partidos que están en la oposición viéndolas venir. ¡Qué pena da todo!
Escritor
