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Begoña Carrasco

FIRMA INVITADA

Begoña Carrasco

El daño ya está hecho

El socialista Ximo Puig decretó el 19 de agosto el cierre del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de Castellón para trasladarlo y centralizarlo en Valencia. Es decir, todas las llamadas de auxilio o situaciones de emergencias que vivan los castellonenses serán atendidas desde otra provincia, sin el conocimiento sobre el territorio que cuestiones tan acuciantes merecen, y por tanto, poniendo gravemente en riesgo la celeridad con las que deben ser abordadas.

Un ejemplo. El Partido Popular desvelábamos que más de un millar de escritos de ciudadanos que iban dirigidos al ayuntamiento de Castellón han terminado en solo seis meses en el registro de entrada del Ayuntamiento de Castelló, en la provincia de Valencia, porque desde que nuestra ciudad perdió el topónimo en castellano y desde que la valenciana nos robó el nombre, las dos se llaman igual y generan confusión a la hora de tramitar la burocracia. ¿A qué Castelló mandarán la ambulancia ante una llamada de auxilio?

El problema no es menor. Vidas que se salvan por minutos. Por eso sorprende el empecinamiento del PSOE de Ximo Puig en cerrarlo para llevárselo a Valencia. Sin plan de reestructuración, sin saber qué va a pasar con el personal actual, sin nueva ubicación. ¿De verdad era necesario?

Y lo peor de todo. Con el silencio cómplice de la alcaldesa de Castellón y su gobierno de PSOE, Compromís y Podemos. Llama la atención que Marco salga ahora diciendo que se opone al cierre. Se lo pedíamos desde el PP desde el inicio de la propuesta. El problema es que el cierre ya es efectivo y la reacción llega tarde. Desgraciadamente muy tarde. Es lo que tiene ser socialista antes que alcaldesa.

Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón

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