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Jose Martí

A FONDO

José Martí

Escohotado: un maestro heterodoxo

Felipe González, un personaje histórico que, con aciertos y errores, marca un antes y después en la izquierda

No salía en los telediarios. Murió el pasado 21 de noviembre en Ibiza a los 80 años. Tampoco el telediario se hizo eco de su muerte. No era un grande de España, por supuesto, pero sí era un grande del pensamiento filosófico español. Un heterodoxo de compleja clasificación. Difícilmente podrías estar de acuerdo con él en muchas de las cosas que decía, pero te aleccionaba y te ayudaba a pensar. Algún miope despistado puede incluso tildarlo de facha por su viaje desde el comunismo de sus primeros años al liberalismo y la defensa del capitalismo de su vejez. Fue un enamorado de internet y del estudio: «Hay que ir al descubrimiento del fuego para encontrar un avance humano equiparable a internet. Es la inteligencia en acto de la que hablaba Aristóteles». Y pondera como nadie las virtudes del estudio y la reflexión: «Estudiar es maravilloso. Conforme estudias vas cambiando de ideas, porque la inteligencia es fluidez, cambio, maleabilidad. No es un objeto duro, imperturbable».

Nació en Madrid, pero hijo de un periodista agregado en la embajada, paso su infancia en Brasil. Al regresar cogió un cabreo inmenso, según él mismo cuenta, al cambiar su cuidadora tropical por monjas, frailes y militares. Ese rechazo al franquismo le acercó a movimientos opositores y al Partido Comunista. Pero tampoco le satisfizo, estuvo en la contracultura, en Ibiza y en la UNED como profesor de Filosofía del Derecho y Sociología. Escribió mucho, entre otros, La conciencia infeliz. Un estudio sobre la filosofía de la religión en Hegel (1971), De phisis a polis. La evolución del pensamiento griego de Tales a Sócrates (1982), Realidad y substancia (1986), El espíritu de la comedia (1991), Rameras y esposas (1993), Retratos de libertino (1998), Caos y orden (1999), Sesenta semanas en el trópico (2003), su muy conocida Historia General de las drogas (2008), y los tres tomos impresionantes de Los enemigos del comercio. Una historia moral de la propiedad (2016-2018).

Un intelectual de izquierdas

Nosotros defendemos aquí que fue siempre un intelectual de izquierdas, pero no de una izquierda esquemática, simplista y maniquea, sino de una izquierda abierta, inclusiva, progresista y liberal. Criticó y, de qué forma, grandes ideas fuerza de la izquierda comunista: aquello de que la propiedad es un robo, la plusvalía demuestra la alienación humana, el capitalismo es inmoral o el comercio generaliza la explotación y la desigualdad. Desde luego, a un marxista irredento le costará terminar los tres tomos, pero debería hacerlo. Escohotado defiende una izquierda ilustrada, socio-liberal, democrática. Primero, porque sigue a pies juntillas el viejo lema kantiano de la ilustración: Sapere aude!, ¡Atrévete a saber! ¡Él se atrevió y de qué forma! Segundo, porque apuesta por la libertad individual y el derecho a nuestro propio cuerpo. «De piel para adentro», como solía decir. Ahí esta su impagable Historia General de las drogas. Explica que nunca defendió las drogas sino «la libertad de tomarlas o no tomarlas». Y tercero, por su crítica al simplismo del pensamiento marxista. Según él, en el movimiento comunista hay un maniqueísmo que excluye el termino medio y que supone un reduccionismo simplista. Él piensa que las sociedades son instituciones complejas resultado de acciones humanas dispersas, renuentes a una planificación ordenancista que se establece desde arriba por un poder controlador que deviene, como sucedió en los países comunistas, en totalitarismo y dictadura. Ahí está la historia, ahí están los hechos y solo hay que leerlos. Los enemigos del comercio. Una historia moral de la propiedad ayuda a ello.

Alguien podría pensar que la izquierda española aún no ha hecho esa transición de esa izquierda reaccionaria simplista y maniquea a una izquierda abierta, progresista y democrática. Yo creo que sí y que tiene nombre, fechas y hechos. El nombre es Felipe González, más allá de presidente de gobierno, un personaje histórico que con aciertos y errores, que sin duda los tiene, marca un antes y después en la izquierda española. Las fechas, 28 y 29 de septiembre de 1979, momento en que el Partido Socialista abandona la definición de marxista; y los hechos están ahí: a lo largo de todos estos años, el Partido Socialista en el gobierno o en la oposición ha impulsado políticas socialdemócratas. Unas políticas que han llevado a nuestro país a su mayor periodo de libertad, desarrollo y prosperidad.

Presidente de la Diputación de Castellón

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