El pasado viernes presentamos el proyecto para la construcción del puente de conexión entre los polígonos industriales Belcaire y Mezquita de la Vall d’Uixó, en unas jornadas empresariales que sentaron las bases de lo que queremos ser de mayores como ciudad. No fue un acto cualquiera ni un acto más, porque el espacio de reflexión que se creó apuntó el camino a seguir para reindustrializar nuestra ciudad.
Con este puente abandonamos el corto plazo de la legislatura y apostamos por el proyecto de ciudad para las próximas décadas. Un proyecto de futuro basado en la industria, en la productividad, en el valor añadido, en la calidad del trabajo y en la tecnología. Por eso el anuncio del convenio con la Generalitat valenciana para construir el puente (con una inversión de casi 1.500.000 euros) es una noticia histórica para la Vall d’Uixó.
¿Por qué? Porque su construcción es condición obligatoria para desarrollar nuevo suelo industrial en Belcaire C. Esta ampliación de las áreas industriales es una necesidad para algunas empresas que ya están instaladas en la Vall d’Uixó y también la que hará posible que nuevas empresas vengan a nuestra ciudad y generen riqueza, puestos de empleo y oportunidades. De ahí la importancia de contar con un consenso unánime que permite la estabilidad necesaria para realizar este proyecto.
Este proyecto reafirma mi visión keynesianista de la economía, en la que el sector público deber ser palanca para las inversiones productivas a las que el sector privado no llega. El millón y medio de euros que invertirá la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad que dirige Arcadi España, supondrá también socializar la inversión y que los beneficios sociales superen el dinero invertido, con la creación de puestos de empleo en nuestra ciudad.
En abril de 2019 el president Ximo Puig se comprometió a la construcción del puente. Y en los presupuestos del Govern del Botànic para el 2022 se incluye una partida de 470.000 euros para la primera fase de las obras, que está prevista para que empiece en septiembre, una vez haya concluido el proceso de adjudicación. En 2023 se presupuestará el millón restante. En estos tiempos en los que la política sufre un fuerte descrédito, cumplir promesas es la mejor manera de que la ciudadanía recupere la confianza. Al igual que ser reivindicativos con las administraciones superiores, gobierne quien gobierne, para recuperar el liderazgo de la Vall en la economía autonómica.
Con la llegada de los fondos europeos se nos abre un camino lleno de oportunidades que debemos aprovechar como ciudad. Tenemos el reto de implementar la Agenda 2030 y de digitalizar las pymes y el compromiso social de trabajar desde la sostenibilidad, la movilidad y la igualdad. Y eso lo haremos al lado de las empresas, con la puesta en marcha de las EGM para que exista una comunicación más fluida, porque sus objetivos son los nuestros y sus problemas también. Por eso debemos ir de la mano para que todos estoy proyectos despeguen gracias a la colaboración público-privada.
Alcaldesa de la Vall d’Uixó
