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Carlos Hidalgo

LA RUEDA

Carlos Hidalgo

Prohibido reír

Si algo caracteriza al régimen comunista de Corea del Norte es la extravagancia. Desde imponer el estilo del corte de pelo (solo hay 14 opciones para los hombres y 15 para las mujeres) o prohibir los pantalones vaqueros, hasta fusilar a su ministro de Defensa (Hyon Yong-Chool) por quedarse dormido durante un evento, o detonar una bomba de hidrógeno, un dispositivo termonuclear, provocando un temblor que se sintió en China y Rusia.

Ahora, el régimen de Pyongyang liderado por Kim Jong-un ha prohibido reír desde el pasado 17 de diciembre, fecha en que murió su padre, Kim Jong-il, durante 11 días. En verdad no solo está prohibido reír, también tomar alcohol, contar chistes, comprar comida, llorar en los entierros o acudir a acto alguno que promueva el solaz y el esparcimiento. En definitiva, está prohibido mostrar cualquier señal de felicidad durante 11 días. 

Sesudos estudios aseguran que la risa es universal, pero el humor no. Por un lado, en todas las culturas se identifica la sonrisa con un sentimiento de felicidad y alegría. Sin embargo, no a todos nos hace reír lo mismo. Esto es debido a que el sentido del humor está ligado al desarrollo cognitivo, por lo que cambia dependiendo del contexto cultural, la época, la situación y la persona. Otra particularidad es que para reír, la condición esencial no es el chiste o la situación, sino que haya otra persona. 

Por eso, cuando nos hacemos cosquillas a nosotros mismos, no nos reímos. Así, está comprobado que la risa es 30 veces menos frecuente en soledad que en situaciones sociales. Por lo tanto, en estas fiestas conviene que nos rodeemos de nuestros seres queridos y amigos (con prudencia y cautela, eso sí) y reír a carcajadas, pues al hacerlo se ejercitan 400 músculos, aumenta el ritmo cardíaco y se generan endorfinas, hormonas opiáceas que nos sirven como analgésico natural contra la tristeza y el dolor.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es) 

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