H emos empezado un año nuevo y, desde el pequeño municipio de Bejís, lo hacemos con las mismas ganas de trabajar por y para nuestros vecinos y vecinas. Para que la cultura, la educación y la sanidad, entre otros asuntos, sean accesibles y fáciles de garantizar, aunque la burocracia hace que no siempre sea así. Las características del territorio, el número de habitantes, la accesibilidad de las carreteras, la lejanía de los grandes núcleos de población, nos dan ese valor infinito de la cercanía a la naturaleza, y que tenemos que hacer compatible con los servicios básicos que la ciudadanía merece. Este compromiso, el de seguir trabajando por la suficiencia de recursos, sigue intacto en este año que comienza.
Tengo el privilegio de tener a mi alrededor un entorno maravilloso, no se puede pedir más, ni mejor, y trabajamos para complementarlo con las otras necesidades que todos tenemos para que nuestros pueblos sean nuestros hogares. Tenemos que hacerlo, y hacerlo bien y fácil. Nos dirigimos hacia un tiempo en el que tenemos que cuidar nuestro entorno, ser respetuosos con el medio ambiente, cuidadosos con la naturaleza y, sobre todo, consecuentes con lo que queremos dejar a las siguientes generaciones. Y para todo eso, los pueblos pequeños tenemos que contar con la ayuda necesaria, y los recursos pertinentes. Y ello pasa por simplificar la burocracia para la obtención de ayudas, la gestión de proyectos, justificación de gastos, y demás tareas que, en los municipios pequeños, suele recaer en una sola persona y, a veces, es insuficiente para conseguir los objetivos.
Cierto es que todas las administraciones se esfuerzan, cada día, en mejorar esta situación que, en efecto, ya es vieja reivindicación, y tenemos que seguir reivindicando, para acabar definitivamente con las grandes brechas. Las cosas deberían ser mucho más fáciles ahora que vivimos tan deprisa en este mundo digital.
*Alcaldesa de Bejís
