La reforma de la avenida Lidón es de esas decisiones políticas que marcan un mandato y definen un gobierno. Esta decisión que toma el Partido Socialista, con el visto bueno de sus socios de Compromís y Podemos y únicamente por el empeño personal de la alcaldesa Marco, refleja una forma de gobierno, la de creerse mejores que el pueblo que les elige. Y eso es pensar que los caprichos de un PSOE, cada día más caciquil, están por encima de las opiniones e intereses de los propios vecinos que vivimos en esa avenida. En el Partido Popular hemos apoyado desde el minuto cero a unos vecinos que no han sido ni siquiera recibidos por la socialista Amparo Marco, que vieron cómo dos concejales socialistas les dieron plantón cuando no se presentaron a una reunión con más de cien vecinos. Residentes que han recogido miles de firmas, han organizado concentraciones y dos manifestaciones que congregaron a medio millar de castellonenses. Mientras tanto, el tripartito ha decidido mirar hacia otro lado y continuar con una megarreforma que nadie quiere con un coste de 3,3 millones de euros. Al PP nos han negado tener acceso al proyecto de reforma, a pesar de ser nuestro derecho como fiscalizadores y tras pedirlo en innumerables ocasiones, pleno incluido. Incluso hemos tenido que pedir amparo al Síndic de Greuges.
Con el dinero de la reforma desde el PP hemos propuesto llevar a cabo otros proyectos más necesarios. Como desdoblar la carretera Alcora, reformar los mercados y el almacén de Gaiatas, crear el proyecto antinundaciones en zonas como la avenida Valencia, limpieza viaria, de barrancos y de solares, control de excrementos de mascotas, crear un retén de bomberos en el Grao y uno de policía en el Perpetuo Socorro, remodelar la plaza Ronda Vinatea, enfermera escolar y mejorar el alcantarillado en barrios periféricos. Trece proyectos útiles a cambio de paralizar uno que sólo quiere el PSOE.
Secretario general y portavoz adjunto PPCS
