Ayer el Fadrell aprobó los terceros presupuestos de la legislatura que son más porsupuestos que presupuestos. Ayer el Fadrell con esto estrenó el año preelectoral de forma oficial y no va a dejar perder oportunidad aunque ésta sea nada nuevo, la mayoría prestado del año anterior y algo verde.
Por tanto, se trata de unas cuentas que arrastran incumplimientos y tienen las mismas deficiencias que años atrás por mucho que la alcaldesa quiera autoconvencerse que son objetivas, realistas y ambiciosas para Castellón.
Marco nos dijo que Castellón es una ciudad accesible, transparente, abierta, segura… Sin embargo, la realidad es que es una ciudad cada vez más inaccesible: los precios disparados y la movilidad reducida. Una ciudad sucia y cada vez más cerrada y menos turística. El Fadrell se ha confinado con la covid-19, la actividad de Castellón y ha embargado la hospitalidad de los castellonenses por miedo a tomar decisiones equivocadas. Tenemos un gobierno negacionista que necesita una vacuna de realidad y prosperidad para Castellón. Un Fadrell que sigue erre que erre improvisando; imponiendo, sin escuchar ni mucho menos dialogar; exigente y por tanto, que manda sin gobernar y que dirige sin liderar. Eso sí, un tripartito que de pensar tanto en verde, cada vez está más verde.
El mega capricho del Fadrell
Por eso, le pedí a la alcaldesa que ponga orden y que escuche a quiénes de verdad llaman a su puerta. Que no ninguneen a los castellonenses como han hecho dos años con los vecinos de Rafalafena contrarios a la reforma de Avenida de Lidón, ahora más conocida como Avda. Erre que erre, el mega capricho del Fadrell porque ni es un proyecto solicitado, ni participativo ni mucho menos consensuado.
En Ciudadanos ayer votamos NO porque lo que necesitan los castellonenses son presupuestos y no ‘porsupuestos’, pero el Fadrell erre que erre.
Ay este Castellón mío, este Castellón nuestro, ay, ay…
Portavoz Cs Ayuntamiento Castellón