Las guerras nunca son buenas y significan el fracaso de la humanidad, la derrota de las palabras frente a las armas. Condenamos la invasión de Rusia en Ucrania, exigimos el cese de esta ofensiva militar, y nos solidarizamos con el pueblo ucraniano, además de ponernos a disposición del Gobierno de España como Ciudad Refugio para acoger a personas ucranianas refugiadas. La situación es alarmante, afectando a la población ucraniana y también a Europa, desestabilizando el tablero geopolítico desde el autoritarismo y la sinrazón. Además de afectar seriamente a un continente que intenta recuperarse de la gran crisis socioeconómica que ha derivado de la pandemia sanitaria.
La tiranía de las guerras no puede ser el signo de la humanidad en pleno siglo XXI. La comunidad internacional tiene que relacionarse en el contexto del diálogo y la paz, en el respeto a los Derechos Humanos y en la participación plena de la ONU para mediar ante cualquier conflicto que se produzca. En este sentido, consideramos, asimismo, que la Unión Europea siga construyendo puentes de diálogo que puedan salvar esta guerra. Como bien escribiera el poeta Miguel Hernández: «Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes armas si no son las palabras».
Ayer me reuní con representantes de la Asociación de Ucranianos de Castellón Kalyna y les trasladé la preocupación y el apoyo de nuestra ciudad a la comunidad ucraniana. También convoqué una reunión de trabajo con la concejala de Bienestar Social, Mary Carmen Ribera, y la vicepresidenta de la Diputación de Castellón, Patricia Puerta, para coordinar las acciones y poner los recursos necesarios para atender a las víctimas de este conflicto.
Castelló Ciudad Refugio
Además, hemos convocado para esta semana la mesa técnica de Castelló Ciudad Refugio en la que participan las entidades que tienen programa de acogida en la ciudad para articular una respuesta desde el ámbito local. La suma de esfuerzos y la colaboración entre administraciones es esencial en estas situaciones, cualquier ayuda es necesaria para mitigar el dolor humano.
Castelló es Ciudad Refugio desde septiembre del año 2015, cuando se aprobó la adhesión de la ciudad a la Red Valenciana de pueblos y entidades de acogida. Somos una ciudad solidaria y empática, valores absolutamente necesarios en tiempos convulsos como el actual. Una ciudad que se preocupa por quien más lo necesita.
En este sentido, y aunque la guerra lo ha ensombrecido todo, no me gustaría desaprovechar la oportunidad que me da esta tribuna para poner en valor un hito muy importante para el Ayuntamiento de Castelló: la aprobación del I Plan de Inclusión y Cohesión Social. Es otra muestra de que Castelló es una ciudad que cuida de las personas. Las líneas estratégicas del plan componen una inmejorable herramienta de transformación social para asegurar el bienestar con acciones que puedan corregir los factores de desigualdad y vulnerabilidad ciudadana.
Además, hemos impulsado un nuevo refuerzo en las políticas sociales y de inclusión destinando 17,41 millones de euros al área de Bienestar Social. Castelló tiene que ser una ciudad donde todas las personas tengan las mismas oportunidades.
Alcaldesa de Castelló