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Germán Renau

TRIBUNA

Germán Renau

Transición energética

La crisis energética que estamos viviendo a raíz de la invasión rusa a Ucrania nos está confirmando algo que ya sabíamos. Llegamos tarde a una transición energética y al abandono de los combustibles fósiles que para muchos es imprescindible por los efectos destructivos que tiene para el cambio climático, y que ahora para otros también es urgente por los efectos destructivos que va a tener en nuestra economía.

Las repercusiones que la guerra en Ucrania está teniendo en el mercado mundial de la energía son de un alcance que todavía no vemos en toda su magnitud. En agosto, cuando Rusia empezó a disminuir los envíos de gas natural, los precios de la luz empezaron a subir. Y la semana pasada se alcanzó un nuevo récord en los precios mayoristas de la electricidad a causa de esta guerra. En nuestra propia provincia, empezamos a ver en la industria cerámica las repercusiones más inmediatas de la subida de precios del gas natural.

El Gobierno de España lleva meses poniendo en marcha medidas de urgencia para frenar los precios de la energía en España. Ahora su voz se oye más fuerte todavía en Europa, donde cuestiones que únicamente nuestro gobierno defendía, se están convirtiendo en un consenso cada vez más amplio y defendido también por otros países, como Francia, Italia o Alemania.

Medidas que pueden ser vitales

Esta semana el presidente ha anunciado medidas que pueden ser vital para nuestra industria cerámica, como es poner un tope al precio mayorista del gas natural, o rebajar su fiscalidad, han entrado en el debate de la Unión Europea, liderado por Pedro Sánchez y Teresa Ribera, pero hará falta que todas las fuerzas políticas arrimen el hombro.

En 2008, España era líder mundial en renovables y durante los siguientes 10 años, por la inacción del gobierno en ese momento, pasamos al vagón de cola. Hoy hemos vuelto a la cabeza mundial y somos de nuevo un referente en esta faceta. Es 2022 y España puede ser líder en esta transición energética.

Hacen falta medidas inmediatas, pero también hay que mirar a medio y largo plazo. España puede ser un actor principal del nuevo escenario energético, convirtiéndose en el mayor generador y exportador de hidrógeno verde y gases renovables de Europa. No perdamos este tren, porque su destino es el futuro.

*Vicesecretario general del PSPV-PSOE de la provincia de Castelló y diputado nacional

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