Hace unas semanas escribía en esta página sobre la parálisis del tripartito municipal y especialmente del PSOE en cuanto a la organización de la Magdalena. Tras dos años sin fiestas, lo esperable era tener una semana organizada a la perfección, con planes a, b y c. Sin embargo el Partido Socialista ha hecho aguas desde el primer día que comenzaron a organizar las fiestas.
Cinco han sido los concejales de fiestas en seis Magdalenas que llevan organizando los de Amparo Marco, dos gerentes, con la subida de sueldo del gerente en pandemia y sin fiestas a la vista en ese momento. Tienen el dudoso honor de ser el gobierno que se ha cargado la autonomía de las fiestas con una decisión más cercana a la que tomaría Rusia que la que decidiría un demócrata convencido, por decreto y sin justificación.
Amortizaron la plaza del jefe de protocolo
El tiempo pone a cada uno en su sitio y así lo ha hecho con la Junta de Fiestas, que se ha demostrado imprescindible para una buena organización, por mucho que les pese a algunos. Así como el jefe de protocolo del Ayuntamiento, del que amortizaron la plaza en una maniobra extraña, y que ahora se echa de menos.
Cuando el Partido Socialista, bajo el mandato de Amparo Marco, decidió eliminar la autonomía de las fiestas y ser ellos los que organizasen todo, pasan a tener que asumir sin excusas todas las meteduras de pata de esta semana, en la que las lluvias les han hecho el favor de no destapar todas las vergüenzas, en cuanto al nefasto protocolo que hizo llegar tarde a las reinas y que alguien ordenase disparar la mascletà sin ellas o la ausencia de planes b ante una lluvia que era previsible y así evitar escenas como la del desfile de gaiatas.
La Magdalena se ha confirmado como una fiesta de desinterés municipal para el PSOE y demuestra que no son aptos para gobernar Castellón.
Secretario general y portavoz adjunto PPCS
