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José Clemente Saz Soler

Tribuna sindical

José Clemente Saz Soler

¿Dónde están nuestros rastreadores?

La Salud Pública precisa de una evolución continua de su estructura, organización y funciones

Hoy le voy a pedir como lector de este artículo un poco de imaginación. Sitúese en el futuro, año 2030; los objetivos de un planeta sostenible, como pasa siempre, se habrán conseguido ínfimamente. El movimiento de personas y bienes a nivel mundial se mantendrá, o incluso será mayor que el actual. Y con lo uno y lo otro nos llega una nueva pandemia.

¿Cree que estamos preparados para ello, para prevenirla y controlarla? Piénselo un momento. ¿Qué considera que hemos aprendido durante esta pandemia del coronavirus? ¿Qué estamos haciendo para prevenir y controlar la próxima? Me refiero a esa, la de quizás el año 2030, con una posible mayor morbilidad y mortalidad.

¿Piensa que estamos creando una estructura de Centros de Salud Pública con capacidad y funcionalidad para formar y preparar a la población, con medios para tomar medidas adecuadas de prevención y control, con una normativa que permita gestionar la situación de forma eficaz?

¿De verdad lo cree?

Bien, es muy posible que cuando llegue ese momento, ese nuevo y probablemente mortal virus, nos preguntemos dónde fueron a parar nuestros rastreadores preparados y con experiencia, así como nuestros epidemiólogos, la mayoría de ellos actualmente en edad de jubilación.

Nos preguntaremos dónde están esos profesionales que vieron nacer los Centros de Salud Pública y los objetivos de la Salud Pública de los años 80 con ilusión y creyendo que un mundo con mejor salud era posible modificando sus determinantes.

Nos preguntaremos por qué un 65% del incremento de plantilla fue a los hospitales que nada pueden hacer para prevenir y controlar una pandemia. Nos preguntaremos por qué de nuevo las enfermedades cotidianas quedan relegadas a un segundo plano. Nos preguntaremos por qué ninguno de nuestros rastreadores se quedó en los Centros de Salud Pública. La respuesta será que a nadie le interesó la Salud Pública ni sus funciones de prevención y control.

Pero, en ese momento la respuesta no importará. Será ya demasiado tarde.

La Salud Pública como parte imprescindible de la Sanidad Pública precisa de una evolución continúa de su estructura, organización y funciones con objeto de adaptarla a las necesidades reales de la población.

La prevención y lucha contra los agentes biológicos que sin duda continuaran llegándonos y causando epidemias y pandemias, la prevención y lucha frente a otras epidemias como el sobrepeso y la obesidad, la violencia de género, la vulnerabilidad social de determinados grupos entre otros muchos servicios son competencia de la Salud Pública en la Comunitat Valenciana.

Disponemos para desarrollar todas estas funciones de una Salud Pública con recursos personales y materiales recortados e insuficientes para hacer frente a las necesidades actuales de la población. Castellón aún ha sido más damnificada, puesto que ha perdido 18 de sus profesionales de Salud Pública en los últimos años.

Precisamos una nueva estructura de Salud Pública con los recursos suficientes para establecer una adecuada cultura de la salud en la población en la que personal documentalista, de trabajo social, de sociología, psicología, entre otros, formen parte de equipos multidisciplinaria para prevenir la enfermedad de forma eficaz y promover y proteger la salud de nuestra población. De ello depende la salud y la vida de buena parte de la población presente y futura.

*Delegado Sección Sindical CCOO-PV Comarques del Nord

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