Energía positiva

La Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los fondos Next Generation o la apuesta por la energía limpia son algunos de los conceptos que más se repiten en estas fechas como puntos que marcarán la hoja de ruta más próxima de las instituciones. La de Almassora, seguro que sí. De hecho, esta misma semana anunciamos la puesta en marcha de un programa piloto que consiste en crear la primera comunidad local de carácter energético.

¿Para qué? Para que el mayor número de vecinos y vecinas de la localidad aprovechen esta inversión del consistorio hacia un modelo más rentable y sostenible, acorde con las necesidades para luchar contra el cambio climático. La de Almassora será una instalación fotovoltaica de autoconsumo que dará paso a nuevos puntos en el futuro.

Se trata de empezar por el principio y avanzar de forma continuada y sostenible. A eso se refirió el pasado mes de marzo en la Cumbre Nacional de Ciudades Atractivas para la Inversión en la que participé en Madrid Juan Verde, asesor de Obama y experto en economía sostenible, cuando apuntó que no es lo mismo pasar de 0 a 1 que de 1 a 2. Pese a que en ambos casos solo hay un 1 de diferencia, es mucho más importante ese primer paso, más difícil y más rompedor de todas las barreras creadas anteriormente. Abrir nuevos caminos es la única manera de plantearse nuevas metas.

Cuestión de ética y de competitividad

Y así surge la primera comunidad energética de Almassora, cuestión de ética pero también de competitividad. Ninguno de los dos son asuntos menores, de hecho forman parte de la agenda local. Por eso avanzamos hacia un modelo más sostenible y más rentable y solicitamos al Institut Valencià de Competitivitat Empresarial (Ivace) subvención global de este proyecto.

Y este que presentamos ahora no es una excepción en la gestión del Ayuntamiento de Almassora. Con el alumbrado público ya sustituido por led en buena parte del casco urbano, ahora trasladaremos la inversión a la playa, donde 15 empresas se han presentado para ejecutar el cambio. Se suman así a las acciones emprendidas para dotar de eficiencia energética a los edificios públicos o la apertura de más metros de carril bici que frenen el uso de vehículos para reducir la contaminación. Un nuevo modelo de ciudad es posible, mucho mejor si es con energía positiva.

Alcaldesa de Almassora

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