Sigue en Benicàssim la contienda política entre Susana Marqués, alcaldesa del PP, y Cristina Fernández, de Ciudadanos. Cada día sorprenden a propios y extraños con algún capítulo bochornoso: envío de policía municipal, gritos en el interior de las dependencias municipales, declaraciones en los medios en contra de la aliada política...
Podría pensarse que es una rivalidad política, producto de los nervios ante el año electoral que se avecina, si no fuera porque el desgobierno y las chapuzas se suceden una tras otra. Estamos en el mes de mayo y Susana Marqués aún no ha presentado los presupuestos para el 2022. La actividad municipal está detenida y Benicàssim tiene todo pendiente.
Esperando soluciones
Está sin contrato de suministro de agua desde hace más de dos años, ha caducado el contrato de limpieza de jardines, con malas prácticas administrativas del ayuntamiento, según la Agencia Antifraude y Susana Marqués aún no realizado ningún cambio que las solucionen. Sin poner en marcha el Centro de Atención de Mayores, sin realizar las obras antiinundaciones, sin comenzar el bulevar del antiguo ferrocarril, sin recuperar festivales, turismo, accesos…
Con toda la labor municipal paralizada por una lucha de egos que no parece tener solución, ¿Benicàssim va a coger ritmo en la recuperación? ¿Tienen capacidad sus partidos para llamarlas al orden? Falta sí que hace. Después de que, en el año 2007, como concejala de Hacienda, dejara una deuda millonaria, no ha sabido gestionar nuestro dinero.
Las magníficas condiciones naturales de Benicàssim ayudan a salir de los baches que nos han traído la pandemia. Las elecciones municipales están próximas y Benicàssim debe propiciar un cambio que haga llegar a nuestro pueblo a prosperidad y estabilidad institucional.
Portavoz del grupo municipal socialista en Benicàssim
