Opinión | FIRMA INVITADA

Cuidar una cierta metodología

Querid@ lector/@, me imaginaba que si Vicent Marzà, el conseller de Educación de Compromís, dimitía para dedicarse a su partido cara a las elecciones, la remodelación de la cuota sociata del Consell por parte del president Puig no estaría lejos. Circunstancia que ha ocurrido el fin de semana pasado y quiero aprovechar para señalar que, durante estos procesos de renovación, se debería cuidar una cierta liturgia o metodología, unos pasos que sin explicar ni anunciar deberían ser, según mi criterio, de obligado cumplimiento.

El primero tiene que ver con la realidad, de la situación política, económica y social del País Valencià y, en consecuencia, por donde deberían pasar las políticas del futuro. Algo que se supone que tiene de sobra Puig pero, entiendo como necesario, que sin explicar ni decir para qué, antes de una remodelación debería ser recomendable consultar a líderes de opinión de diferentes sectores y, especialmente, a la del propio partido. Se trata, repito, de conocer la realidad y ajustar políticas. De tomar una decisión que no puede estar fuera de la sociedad civil ni de la organización regular del partido.

Selección de las personas

El segundo paso tiene que ver con la selección de las personas para consellers. Y es que, aun reconociendo el valor de la amistad y la lealtad, se debería cuidar, en la medida de lo posible y atendiendo a la situación, que si no todos, algunos de los nombrados fueran referencias sociales en su campo. Circunstancia que da imagen de conocimiento, soluciones apropiadas, confianza y credibilidad.

El tercer paso, y no menos importante, tiene que ver con la pedagogía social, con la obligación de explicar públicamente, para la sociedad y para la oposición, las causas de la remodelación y las prioridades que van a orientar en el futuro inmediato la acción política. Más o menos.

Analista político

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