Sánchez y Puig han perdido el rumbo de sus respectivos gobiernos. Ya se lo veníamos advirtiendo a ambos desde hace tiempo. Ahora por más maquillaje que echen sobre los datos o más cortinas de humo que usen, la deriva que han emprendido no la pueden esconder. En la nación, el Gobierno de PSOE con Podemos daba esta semana pasada el último golpe a las instituciones entregando la cabeza de la directora del CNI a los independentistas.
Todo le vale a Sánchez para seguir en el sillón, aunque ello conlleve debilitar el Estado. No olvidemos la entrada de ERC, Bildu, Junts y la CUP en la comisión de secretos oficiales del Estado, poniendo en bandeja el país, a quien quiere destruirlo. Y a todo esto, la economía hecha un desastre, por la pésima gestión de Calviño.
En cuanto a Ximo Puig, hemos asistido esta semana a una descomposición anunciada de su gobierno, a lo que se le suma la declaración como imputado de su hermano y la posible próxima imputación de Mónica Oltra. Puig ha remodelado el Consell haciéndose una autoenmienda a la gestión en sanidad y educación, con la salida de los dos titulares del ramo.
Nos deja sin consellers
A la postre, y a modo de grueso ninguneo a la provincia de Castellón, nos deja sin ningún conseller. Así las cosas, como siempre, serán los ciudadanos los que seguirán pagando las nefastas gestiones de ambos Gobiernos, porque mientras Sánchez y Puig solo están pensando en cómo llegar vivos hasta las próximas elecciones, a los ciudadanos lo que les interesa es cómo sobrevivir a final de mes.
Pero la alternativa está preparada, la representa el PP de Feijóo y Carlos Mazón, que volverán a conducir a nuestra tierra por la senda de la prosperidad. Ya queda menos.
Senadora de PP y portavoz del PP de Castellón