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Merche Galí

Tribuna

Merche Galí

Apurar la felicidad

Mi agradecimiento para todas las personas que se contagiaron del espíritu de optimismo para hacer «lo que se pueda» cuando lo más fácil era rendirse

Encaramos ya el desenlace de las fiestas de Santa Quitèria, las que hemos llamado las fiestas de la vuelta a la normalidad, y los nervios de los preparativos han dejado paso a una sensación de satisfacción por el trabajo bien hecho de la Junta Local de Fiestas, en coordinación con la Concejalía de Fiestas, y la enorme respuesta del pueblo de Almassora y las personas que nos visitan en estas fechas desde otros municipios.

Esos meses de incertidumbre en los que ir cerrando la programación sin saber siquiera si habría posibilidad de llevarla a cabo (con o sin restricciones) nos han devuelto la verdadera imagen de Almassora en fiestas. Calles abarrotadas como hace mucho tiempo que no veíamos, peñas y collas volviendo a ser la esencia de la diversión y participación inmensa en todos los actos convocados.

Pocos días de les Calderes como el que vivimos el domingo pasado, pocas ofrendas con tanto público abarrotando el recorrido en la víspera de Santa Quitèria, un Día de las Personas Mayores que rozó el millar de personas pese a la amenaza de lluvia, la Vila atestada de aficionados en cada tarde de toros…

A falta de estos tres últimos días para completar la semana grande de Almassora, el objetivo principal ya se ha cumplido: llenar las calles después de dos años de miedo y dejar a un lado las preocupaciones habituales del día a día por momentos para el disfrute muy merecidos, más si cabe después de ese tiempo de oscuridad que nos tocó vivir por la pandemia del coronavirus.

Mi agradecimiento para todas las personas que se contagiaron del espíritu de optimismo con proyección en las fiestas para hacer «lo que se pueda» cuando lo más fácil era rendirse y ceder a la desesperanza que imponía el covid. Afortunadamente, el equipo de la JLF es de los primeros, como la reina de las fiestas y sus damas, y si el pasado mes de octubre nos convertimos en el primer municipio en recuperar los encierros de bous al carrer, ahora hemos dado un paso más hacia la vida de verdad.

Aprovechemos estos días que faltan de celebraciones aplicando la lección aprendida de la pandemia: disfrutar de cada oportunidad porque no sabemos qué pasará mañana. Quedan 72 horas para cerrar las fiestas de la normalidad. Apuremos la felicidad sin dejar a un lado en ningún momento la responsabilidad. Visca Santa Quitèria!

*Alcaldesa de Almassora

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