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Pere Cervantes

AL CONTRATAQUE

Pere Cervantes

Que no vayan al colegio

Ha ocurrido de nuevo. Otra matanza a la americana. Los hechos sucedieron hace poco más de una semana en Uvalde (Texas) y el resultado final fueron 19 niños y dos profesores asesinados. Si el suceso ha sido impactante y aterrador, no lo han sido menos las posteriores declaraciones de representantes del lobby de las armas en Estados Unidos o del coronel Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, quien reconoció en una rueda de prensa que la policía se equivocó en la respuesta a la matanza de Uvalde. Y es que tardaron más de una hora --esperando al equipo táctico y de intervención especial-- en acceder al lugar donde el asesino de 18 años se había atrincherado.

Durante esa hora algunos de los menores supervivientes llamaron con desesperación a los servicios de urgencia mientras la policía permanecía fuera, en el perímetro por ellos mismos fijado, guardando a la llegada de su unidad especial. Alegan en su defensa que creían que ya no quedaban supervivientes en la clase donde permanecía el asesino, pero se equivocaban. Y es que en este tipo de intervenciones, cuando hay duda no hay duda, o lo que es lo mismo señor McCraw, si duda inclínese por la opción de que sí quedan todavía supervivientes a los que tiene que salvar el pellejo y déjese de especulaciones que paralicen a los policías actuantes. Y aunque la intervención policial me parece lamentable, no hay que olvidar que el asesino disparó cien cartuchos en apenas cuatro minutos.

Armar a los profesores

Además, en aras de buscar soluciones a que esto no se repita de una vez por todas, no creo que el asunto policial deba ocupar el meollo del problema y sí por el contrario la tenencia de armas en un país que se desangra. Y es que apenas tres días después del atroz crimen múltiple, en el mismo estado de Texas, se celebró una reunión de la intocable Asociación Nacional del Rifle Estadounidense (ARN). Pude ver en algunas fotografías de ese evento niños con apenas 10 años sonrientes y fascinados ante la manipulación de un arma de guerra en manos de su orgulloso padre. Ni los manifestantes reunidos en la puerta del evento, dos de ellos profesores supervivientes de la matanza de Uvalde, ni las declaraciones de algunos políticos de peso, impidieron que el acto tuviera lugar. ¿Y saben cuál es la solución que aportó la ARN para que en un futuro no se produzcan matanzas como esta ultima? Armar a los profesores, reforzar el calibre de las armas que portan los vigilantes de seguridad de los centros educativos y practicar simulacros de ataques en ellos.

Según los últimos datos, los niños de muchos de los estados americanos son sometidos a dichos simulacros tres o cuatro veces por curso desde que tienen 4 años. Así que imagínese que su hijo, al terminar la ESO hubiera sumado 70 simulacros de ataques con armas de fuego en su centro educativo. ¿De veras tienen que pasar por ello? ¿No sería más humano limitar la tenencia de armas de una vez por todas y no alegar que Estados Unidos necesita defenderse? Se me encoge el corazón al leer que muchos de los niños temen regresar al colegio por si los matan. El lobby manda, el mismo lobby que donó 30 millones a la campaña de Donald Trump. El mismo lobby que reivindica más armas para la solución del problema. Me pregunto si la próxima propuesta que dé la maldita ARN sea el que los niños no vayan al colegio.

Escritor

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