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Carlos Mazón

A FONDO

Carlos Mazón

La cerámica tiembla

El azulejo no puede ser quien pague los platos rotos de la crisis diplomática con Argelia

El azulejo no puede ser quien pague los platos rotos de la crisis diplomática con Argelia provocada por el Gobierno de España. Otra más. Hablamos de una industria que genera 25.000 empleos en la provincia y que se encuentra en grave riesgo por la acumulación de circunstancias adversas. De hecho, uno de cada tres trabajadores del sector del azulejo ya está inmerso en un ERTE, el doble que el pasado mes de abril. Esta última crisis no hace más que ahondar en la herida y generar más inseguridad. Afecta al sector de forma directa no solo porque el país norteafricano es un gran cliente de esmaltes y maquinaria, o un eje en el tráfico de mercancías y contenedores portuarios, sino, sobre todo, por ser uno de los grandes suministradores de gas natural, energía imprescindible para el funcionamiento de los hornos cerámicos.

Pero Ximo Puig sostiene que el impacto de la crisis argelina sobre el sector cerámico será muy reducido. Esta afirmación gratuita solo responde a esa realidad paralela, tan alejada de los problemas reales de la calle, en la que suele moverse la izquierda cuando gobierna. Lo cierto es que la cerámica tiembla por el cierre del comercio con Argelia. No tanto por los efectos inmediatos sino por las consecuencias a medio y largo plazo y la incertidumbre que genera.

Mientras la cesta de la compra se ha disparado más de un 10%, la gasolina supera ya los 2 euros/litro, hay miles de familias abocadas a la pobreza, la atención sanitaria se degrada cada día más y la carga fiscal se hace insoportable para el contribuyente, los autónomos o las empresas de Castellón, los dirigentes socialistas parecen vivir ajenos al sentir de la gente.

La industria cerámica necesita el gas de Argelia, no solo porque el sector es consumidor intensivo y dependiente de esta energía en su día a día, sino porque además ayuda a regular los precios, algo absolutamente imprescindible en un momento de escalada de los costes energéticos de las que el gobierno de Pedro Sánchez tampoco ha sido capaz de poner en vereda. El precio del gas hoy es un 400% más caro que hace tan solo un año, algo inviable para este sector sin entrar en pérdidas.

Errores con consecuencias directas

Los errores en política internacional de Sánchez tienen consecuencias directas. La irresponsabilidad de los socialistas, al provocar un conflicto que generaron de manera innecesaria, se agrava aquí, en la Comunitat y en Castellón, por la actitud pasiva de Puig, que permanece de brazos cruzados sin hacer nada, en espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos. Como siempre. Ya nos ha pasado con el coste del gas, con la infrafinanciación, con los precios disparados, con las ayudas que nunca llegan, con el cierre de mercados, con el veto a Rusia.... y ahora vuelve a suceder con la crisis argelina. Puig no piensa hacer nada para ayudar a las empresas pese al riesgo de un corte de suministro o un nuevo encarecimiento de precios.

Como escribió Schopenhauer, «no hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige». El problema es que no saben hacia dónde van, no tienen política industrial ni medidas para paliar la situación pese al riesgo real de una catástrofe industrial. Solo parches. Por eso es hora de empezar a poner orden en el caos que provocan estos gobiernos de izquierdas. Es el momento de generar estabilidad, certidumbre, crecimiento, empleo y prosperidad. Eliminar burocracia y gastos superfluos, bajar impuestos, que se paguen las ayudas anunciadas…. Gestionar en definitiva porque cuanto más continúan, más daño provocan.

Presidente PPCV

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