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Josep María Compte

Alcantarillazo en Benicarló

Una ciudad de primera, lo es, si tiene servicios de primera. Si no es así, la categoría del municipio va bajando peldaños peligrosamente hasta convertirse en sinónimo de caos administrativo. Y no estamos hablando de servicios puntuales, sino esenciales, esos que demandan los vecinos con mayor vehemencia. Sanidad, educación infraestructuras... no es tan complicado saber cuáles son. Benicarló hace tiempo que perdió ese doble tren, el de los servicios y el de devolver aquello que los vecinos financian con sus impuestos. Y es que parece que, todo lo que tiene que ver con retrasos y trenes, aquí es ley.

En el pasado pleno de abril pregunté al equipo de gobierno por el muy deficiente estado del alcantarillado de nuestra ciudad. Cuestión que formulé a raíz de los reciente episodios de afloramiento de excrementos en rejillas pluviales. Preguntar no es ofender y, en democracia, es la más sana de las gestiones. Por desgracia para mí, la respuesta de la alcaldesa y responsable del departamento de Urbanismo, Xaro Miralles, quedó en evidencia la falta de inversión en la mejora de la red de aguas residuales.

Las obras por averías, como la de la calle Dr. Ferrer, llevan más de un año en la lista de espera y, a pesar de que al principio de legislatura sí que se hicieron intervenciones de mantenimiento, lo cierto es que no ha habido continuidad desde que asumió la responsabilidad de Urbanismo Miralles. ¿El motivo del abandono? Ella tiene la respuesta.

Falta de inversión en mantenimiento

El problema con la red de alcantarillado es un problema antiguo. Muchos han mirado hacia otro lado, ya que no es rentable políticamente. Así lo pone de manifiesto una auditoria de la sindicatura de cuentas de la Comunidad Valenciana, que constató la falta de inversión en mantenimiento de la red de alcantarillado durante los años 2015, 2016 y 2017, siendo esta de 0 euros. Un triste récord que evidencia desidia o impotencia, quizá ambos... pero nunca voluntad de arreglarlo. Benicarló no lo merece y necesitamos más rapidez en las reparaciones previstas además de incorporar un porcentaje de inversión en los presupuestos municipales para que, más allá de las reparaciones por averías, se ejecute anualmente un plan de mantenimiento preventivo. O eso o la nada y a soportar olores y vertidos que dañan nuestra imagen ante vecinos y visitantes. Somos una tierra de progreso y oportunidades, nunca una cloaca, que nadie se equivoque. O se lo recordaremos.

Concejal de Ciudadanos en Benicarló

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