Soy de las que opino que dedicarse a la política es mucho más que ejercer únicamente responsabilidades de gestión. Es el máximo compromiso con la sociedad, que democrática y libremente, ha decidido confiar en unos valores y en un proyecto que exige mucha dedicación, constancia y esfuerzo. Porque, quienes nos dedicamos a esta noble tarea y la ejercemos de forma seria, dedicamos nuestra vida a los demás, haciendo nuestros sus problemas y comprendiendo sus preocupaciones, porque el fin de la política no debería ser otro que el bien común y esto, significa ponerse en la piel del otro, pensar como el otro, para actuar en beneficio de todos.
Pero todo esto, solo tiene sentido si lo ejercemos con ganas, coraje, dedicación, empatía y mucho sentido de la responsabilidad. Por eso me alegra tanto la merecida victoria de Juanma Moreno del Partido Popular en Andalucía, una tierra llena de grandes personas que han visto cómo, desde el respeto y la moderación, hay otra manera de hacer política, la que permite crecer y posibilita avanzar como sociedad, y así lo han sabido valorar los andaluces en las urnas, tiñendo de color añil el mapa de toda esta comunidad autónoma.
Un gobierno serio
En poco tiempo, los andaluces se han dado cuenta de que en política todo no vale y han apostado, como seguro lo harán en breve todos los españoles, por un gobierno serio, un equipo comprometido, con un proyecto real, con propuestas realizables, que nos sitúe a la vanguardia de los países más fiables y prósperos y no en manos de un gobierno como el actual, rehén de pactos nacionalistas y cargado de políticas oportunistas que ha tenido que ser testigo de la mayor debacle electoral en Andalucía para aprobar, ahora sí, la rebaja del IVA de nuestros recibos de la luz.
Si bien será bienvenida cualquier decisión que alivie las cargas a las familias, el Plan Económico propuesto por el presidente Alberto Núñez Feijóo al Gobierno va más allá, porque además de contemplar esta medida, incluye un conjunto de iniciativas a favor de familias y empresas.
Propuestas elaboradas, pensadas y diseñadas que fueron desdeñadas sin darle ni siquiera la oportunidad al diálogo, al consenso y a las buenas formas de hacer y entender una política moderada, útil y serena que, lejos de aumentar la desafección, estoy más que convencida que volverá a ilusionar a las personas.
Alcaldesa de Benicàssim
