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Vicent Zaragoza

FIRMA INVITADA

Vicent Zaragoza

Me duele tanta desconsideración

Querid@ lector/a, reconozco que no sé si alguna vez he utilizado este rincón para hablar bien de Alfonso Guerra. No lo recuerdo. Pero con ánimo de no ser dogmático, admito que cabe la posibilidad, pero eso sí, solo ante algún hecho puntual y concreto. En todo caso, si dudo, es porque es un personaje que nunca aprecié. Es decir, ejercía de martillo de las derechas y, además, tenía cuatro chascarrillos tan graciosos como ofensivos... pero nunca lo vi como un teórico de la política. De eso nada. Incluso diré que, a pesar de que tenía y tiene mucha experiencia de oposición y gobierno, nunca he comprado ninguno de sus libros porque no lo he considerado un intelectual de referencia.

El libro de Semprún

Por eso, posiblemente, soy uno de los que comparto con Jorge Semprún, el que fue ministro de Cultura con Felipe González, lo que dice de Alfonso Guerra en el libro que escribió después de salir del gobierno: que el compañero Guerra era un pacato que sin tener un gran conocimiento se las daba de intelectual, de experto en política, en teatro, en Antonio Machado y en Maler. Pero su especialidad, en la que sí destacó por encima de todos los políticos de la socialdemocracia, era la de hacer del PSOE el partido socialista con menos participación, debate y democracia de toda la Unión Europea. Digo más, según Semprún controlaba la reunión de subsecretarios que se hacía el día de antes del Consejo de Ministros y se enfadaba si algún ministro presentaba una propuesta sin pactarla con él.

¿Qué por qué cuento esta historia? Porque tengo vergüenza y me duele el alma al ver que un personaje como este, que lo ha sido todo y lo ha decidido todo y por todos, ahora en público y fuera de su partido se desahoga hasta el insulto contra el gobierno, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, al tiempo que habla con respeto y prudencia de Feijóo. No le quito el derecho a opinar, pero repito, me duele tanta desconsideración.

Analista político

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