El Periódico Mediterráneo

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Vicente Martínez

Recordando a Miguel Ángel Blanco

Yo lo recuerdo perfectamente. Esta semana se cumplen 25 años desde que la banda terrorista ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco. Y me acuerdo porque tengo la edad suficiente para no necesitar que nadie me lo cuente. De hecho, él era casi de mi edad. Lo viví como todos los españoles. La angustia durante el secuestro. La esperanza al ver cómo reaccionó todo el país exigiendo su liberación, especialmente los vascos, que hasta entonces temían rechazar públicamente el terrorismo. Y tristeza, mucha tristeza e indignación cuando finalmente se anunció su muerte.

Me parece muy grave y me cuesta entender que bastante más de la mitad de los jóvenes vascos no sepa quién fue Miguel Ángel Blanco. E incluso más entre el resto de jóvenes españoles.

Es uno de los sucesos que una sociedad democrática no debería olvidar: el asesinato de un joven de 28 años que cometió la gran ofensa de querer ser concejal de un pueblo pequeño que le pagaba por su trabajo 300 pesetas mensuales, menos de 2 euros. Y dio la vida por ello.

Tenemos la obligación, los que lo vivimos, de que los que no lo hicieron lo sepan, lo condenen y hagan lo necesario para que nunca más en nuestro país nadie pierda la vida por sus ideas. Eso como mínimo: la Memoria. No la memoria «histórica» o «democrática» que quieren imponernos, juntitos, Pedro Sánchez y Bildu y que no es ni una cosa ni la otra: es «selectiva». Pretenden que nuestros jóvenes recuerden solo lo que ellos quieran y olviden también lo que a ellos les interesa. Pues lo exigible es no solo la memoria, sino también Dignidad y Justicia.

Dignidad para las víctimas para que sus muertes no caigan en saco roto y se perviertan considerándolas parte de ningún conflicto. Son víctimas. Asesinados. Y justicia para que se siga trabajando para que quienes mataron, secuestraron y mutilaron a tanta gente paguen por lo que hicieron. Muchos de esos crímenes, por desgracia, siguen sin esclarecerse.

En definitiva, tenemos la obligación de transmitir a nuestros hijos y nietos quién fue Miguel Ángel Blanco y qué pasó con él, quién lo mató y por qué. Para que su muerte no sea en vano, para que nadie pueda acabar sacando fruto político de su muerte y, porque se lo debemos, a él y a todas las víctimas.

Senador. Portavoz de Medio Ambiente del PP en el Senado

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