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Jose Martí

A FONDO

José Martí

Un pacto sobre la basura

La solución pasa por el diálogo y el acuerdo. Con muy buen criterio Reciplasa marca el camino

Me invitaron los socios de Reciplasa a una reunión en Benicàssim. El lugar: Villa Elisa. Un magnífico recinto para una interesante reunión. Reciplasa es la empresa pública encargada del tratamiento y gestión de residuos urbanos de la zona centro de Castellón. Presta servicios a 46 municipios y entre ellos están los más poblados de la provincia: Castelló, Vila-real, Borriana, Almassora, etc. El consejo de administración solicitó que la Diputación se encargue de la gestión del Consorcio C2, al igual que hace con los Consorcios C1 y C3, que corresponden a la zona norte y la zona sur de la provincia. Es una solicitud que tiene mucho sentido y que trataremos de satisfacer lo más pronto posible.

El tono de la reunión me sorprendió gratamente porque estando presentes las fuerzas políticas con mayor representación política, PSOE, PP y Compromís, el acuerdo y el consenso fueron predominantes. Un acuerdo y un consenso que nos van a hacer falta, mucha falta. Me explico.

De cumplirse las directivas europeas, en 2035 sólo el 10% de todo lo que consumimos deberá terminar en el vertedero. Hoy supera el 80%. Esto supone una revolución total que si nos creemos las proclamas de la transición energética, del cambio climático, de la economía verde, etc, debemos llevar a efecto. El usar y tirar debe pasar a mejor vida y la economía circular de las tres erres, reducir, reutilizar y reciclar, debe pasar a formar parte de nuestra cotidianidad.

Sí, ya sé lo que están pensando: «Pero si yo ya separo el papel, el cartón, el vidrio, los plásticos». Las cifras no engañan, o no lo hacemos bien, o no es suficiente, o ambas cosas a la vez. Hay que reciclar también la materia orgánica y nuestras bolsas de basura que depositamos en el gran contenedor no dan la solución. Hay que separar más y separar en origen, el método de recogida va a cambiar y vamos a volver a la recogida puerta a puerta, recogidas alternas, contenedores inteligentes que funcionan con tarjetas magnéticas u otras soluciones a estudiar. El campo está abierto. Lo dicho, toda una revolución que, si tienen familiares viviendo en el extranjero, es fácil que ya les hayan explicado.

Es un campo perfectamente abonado a la demagogia y al populismo: que si supone una vuelta atrás, que si la basura a la puerta, ¡qué cochinada! Que si la estética de la ciudad de noche, que si los gatos, etc., etc. Por ley, la competencia de retirada de residuos es municipal, y el que está en el gobierno, a sufrir. Y el que está en la oposición puede sacar rédito a corto plazo, pero muy a corto plazo, porque el problema es común y las soluciones han de ser comunes desde el pacto, el diálogo y el acuerdo.

Los costes

Además están los costes. La nueva ley de residuos de 9 de abril de 2022 obliga a los ayuntamientos a cargar sobre la ciudadanía el 100% de la recogida, el tratamiento y las tasas de vertido, lo cual, si alguien no lo remedia, puede incrementar el recibo de manera totalmente desorbitada. Además, piensen ustedes la diferencia de costos que supone recoger la basura en una gran avenida de una gran ciudad, todos juntitos y en colmena, con el coste que conlleva retirar las basuras en nuestros pueblos pequeños y diseminados del interior. Si se repercuten directamente los costos, cualquier política antidespoblación estaría de sobra, sólo el recibo de recogida de basura tendría un efecto de desbandada general.

Como ven, son muchos y variados los temas. ¡Como para no buscar consensos, gobierne quien gobierne! Con muy buen criterio Reciplasa marca el camino.

Presidente de la Diputación de Castellón

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