El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Carlos Hidalgo

LA RUEDA

Carlos Hidalgo

Actos vandálicos

Si el nivel cultural de un pueblo se mide por cómo sus ciudadanos cuidan y respetan el patrimonio histórico-artístico, el mundo tiene un serio problema. Actos vandálicos se repiten cada año sin que nadie sepa cómo atajarlos. Grafitis, pintadas, rayajos, rotura de sillares y piedra antigua, destrozos en cuadros o esculturas... La mente del vándalo es promiscua en imaginación cuando se trata de destrozar una obra de arte irrepetible. Durante aproximadamente 1.600 años, hasta la construcción del Duomo de Florencia por Brunelleschi, la bóveda del Panteón de Agripa (Roma) fue la mayor cúpula construida por el hombre. No en vano, Stendhal declaró que era «el más bello recuerdo de la antigüedad romana». La pasada semana, en uno de sus muros centenarios, alguien hizo una pintada donde puede leerse: Aliens exist (los alienígenas existen) junto con un dibujo de dos ojos.

La amenaza del vandalismo

No hay mayor falta de respeto hacia el arte y el patrimonio que amenazarlo con el vandalismo. Desgraciadamente, es un hecho constatado que estos actos deterioran más el arte que el paso del tiempo o los desastres naturales.

Se puede no entender o no disfrutar con el arte, pero no hay motivo alguno por el que una creación artística pueda verse modificada a gusto de cada uno.

Lo ocurrido en el Panteón es tan indignante como lo que realizó un turista irlandés hace unos meses cuando grabó sus dos iniciales (cada una de 6 cm de longitud), en un pilar del primer nivel del Anfiteatro Flavio, el Coliseo.

Aunque parezca mentira, esta incalificable acción es más frecuente de lo que cabría imaginar. Así, uno de los casos más llamativos ocurrió en 2014 cuando un ruso escribió, con un objeto punzante, una enorme letra K (18x27 centímetros), casi el tamaño de una hoja DIN-A4, en una pared del Coliseo. La explicación que dio está acorde a su nivel de estupidez: «Como hay tantos escritos, no pensé que estuviera prohibido».

Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)

Compartir el artículo

stats