El otro día mi querida prima hermana Consuelo, me preguntaba por la rotulación de la céntrica calle de Enmedio de Castelló. Le llamaba la atención que, según la RAE, la forma enmedio es incorrecta, señalando la docta institución, que la forma ortodoxa de escribir el vocablo es «en medio». Así es; la preposición en y el adjetivo medio, no pueden, ni deben, contraerse en una sola palabra. Es una incorrección gramatical muy extendida hoy en día, en el uso habitual de la lengua, incluso en las páginas escritas de la prensa. Al respecto, diré que ya Cervantes o Lope, empleaban la forma correcta «en medio» en sus gloriosos escritos.
Los valenciano hablantes, tenemos más facilidad en caer en el desliz por la forma vernácula preposicional Enmig que, al ser traducida al castellano, parece más natural escribirla enmedio. Así se quedó en nuestra capital desde el medievo, dado que las tres rutas que recorrían, de Norte a Sur, el interior del perímetro murado, eran Major, d’Enmig y Damunt. La primera era el paso natural de la vía Valencia Barcelona. De hecho, cabe no olvidar que las primeras construcciones en el entorno de la alquería de Benirabe, tras la reconquista, se agruparon en torno a esa vía. Fueron las actuales calles de Gumbau, Cazadores, Obispo Climent, Barracas…. El carrer d’Enmig ocupaba la calzada central, entre el portal dels Gascons al sur y el de la Purísima al norte, abiertos en la muralla. Por último el carrer d’Amunt (hoy Alloza) era el trazado más al oeste, y por tanto hacia arriba, del emparrillado urbano.
Curiosamente, la incorrección gramatical castellana se ha cronificado entre el hábitat local y me da la impresión de que no va a desaparecer del nomenclátor, ni con agua hirviendo.
Cronista oficial de Castelló
