Horrorizadas y conteniendo las lágrimas, vemos los incendios que están arrasando los bosques de la provincia. Nos informan sobre las decenas de miles de animales muertos. Se está destruyendo el Patrimonio Natural, más de 20.000 hectáreas han ardido y mientras escribo continúa aumentando su número. Lo que estamos perdiendo es incalculable.
Esta misma situación se repite en la mayoría de provincias. 2022 está siendo el peor año de este siglo para España en cuanto a hectáreas calcinadas por los incendios forestales, ocupamos el primer puesto de la Unión Europea con más de 270.000 hectáreas destruidas por el fuego.
Y aunque la mayoría son provocados por humanos (solo el 5%-6% son por causas naturales), el cambio climático favorece las condiciones meteorológicas propicias para los incendios, olas de calor, sequías y en algunos casos más viento, provocando la sequedad de la vegetación. Nos encontramos ante un círculo vicioso, los gases de efecto invernadero que se liberan durante los incendios contribuyen al cambio climático que propicia la extensión del fuego.
Ante esta catástrofe medioambiental, social y económica UGT Comarques de Castelló insta a los distintos gobiernos, central y autonómicos, a que adopten políticas que apuesten por el mundo rural y desarrollen una estrategia integral de lucha contra los incendios basada en la prevención.
Hay que centrarse en la gestión del paisaje y en la educación y sensibilización para aumentar la conciencia del riesgo y tratar de reducir las negligencias, accidentes o descuidos. Es necesaria una planificación territorial adecuada, implementando políticas de desarrollo rural que fijen a la población y creen empleo verde, fomentando un sector primario sostenible y los empleos dedicados a la conservación, la restauración y el cuidado de la naturaleza y de los espacios protegidos que actualmente son muy escasos.
hay que hacer el territorio menos inflamable y más resiliente al cambio climático, creando paisajes mosaico intercalando diferentes tipos de vegetación, con zonas de discontinuidad, ejecutando acciones selvícolas preventivas, con criterios de gestión ecológica de ecosistemas forestales todo el año, para disminuir la carga de combustible y reforestar con especies menos inflamables.
El medio rural es esencial para reducir los grandes incendios forestales. Se necesitan pueblos vivos, donde se fomenten empleos verdes y de calidad, que ayuden a reducir la pérdida de biodiversidad, a mitigar el cambio climático y a prevenir los grandes incendios forestales. Para facilitar este impulso es necesario, reducir la brecha digital de las zonas rurales y establecer servicios esenciales.
A nivel estatal UGT está solicitando que las CCAA elaboren planes reales y eficaces contra los incendios, dotados de partidas presupuestarias suficientes, aumentando el empleo en el sector, garantizando la continuidad los 12 meses del año de los trabajadores y trabajadoras y el establecimiento de labores preventivas todo el año.
También se solicita desde UGT a nivel estatal, algo prioritario, profesionalizar y estabilizar los medios de extinción. La inversión en estos colectivos es cada vez menor en las CCAA, existen contrataciones precarias en muchas de ellas, por ello es necesario aprobar una Ley Básica Estatal para los bomberos forestales y otra Ley Básica Estatal para los agentes medioambientales y/o agentes forestales que mejore las condiciones de trabajo de este colectivo y las iguale en las diferentes CCAA estableciendo un marco normativo mínimo y común, con el fin de reforzar sus funciones y garantías.
A día de hoy los incendios forestales son uno de los desafíos más importantes para nuestro país, las respuestas políticas y de la sociedad en general, tienen que estar a la altura. No podemos dejar los incendios a merced de la meteorología.
Responsable de Seguridad Laboral y Medio Ambiente de UGT Comarques de Castelló
