Okupadas, así es como se encuentran sus casas cada vez más castellonenses. Esta semana este periódico se hacia eco de las quejas de vecinos del Pau Lledó que ven cómo ocupan casas vacías. Algo que ya ha pasado en diferentes barrios de la ciudad, la zona de la universidad, la de la Salera, el barrio de Crémor, alrededor de la estación o en el mismo centro de Castellón. Cada vez son más las viviendas okupadas y los castellonenses con este problema, mientras tanto ni el gobierno central ni el municipal hacen nada para impedirlo.
En Castellón hemos visto cómo la edila de Vivienda, delegada por la socialista Marco, defendía en un pleno la okupación ante el silencio cómplice de la alcaldesa, que lejos de retirarle sus funciones proclama que quiere reeditar el tripartito si tiene oportunidad. Esta pasividad del gobierno municipal es directamente proporcional al hartazgo social con la okupación porque la mayoría dedicamos nuestra vida a trabajar y ahorrar para comprarnos una vivienda con miedo a que nos entren cuando nos vamos, mientras otros se dedican a okupar con impunidad aprovechando la lentitud de las administraciones.
Desde el PP a nivel nacional, con Feijóo a la cabeza y Begoña Carrasco en Castellón, hemos propuesto un plan de medidas para luchar contra la okupación. 1. El desalojo en menos de 24 horas. 2. Recuperar el delito de usurpación de bienes inmuebles. 3. Prohibir que los okupas se empadronen en la vivienda ocupada (sí, ocurre). 4. Endurecer las penas de okupación si se trata de mafias. Con este plan se invierte el problema, ya no tendremos miedo de que okupen nuestra vivienda, sino que el okupa deberá ser consciente a lo que se enfrenta si invade una propiedad privada.
Secretario general y portavoz adjunto PPCS
