El Periódico Mediterráneo

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Henri Bouché

PUNTO DE VISTA

Henri Bouché

Era tan pobre...

"Era una persona tan pobre, tan pobre que solo tenía dinero". Así decía la canción de Joaquín Sabina, recordando la letra de una declaración hecha por la multimillonaria Cristina Onassis tres días antes de morir. Y es que la muerte iguala a ricos y a pobres no en cuanto a las pompas fúnebres –es cierto--, pero sí ante el hecho de morir.

«Solo hay una cosa tan inevitable como la muerte: la vida», decía Charlie Chaplin. Y la vida es lo que tenemos al nacer, un camino tortuoso que hemos de recorrer inexorablemente con nuestro ser y también con nuestro tener en distinta proporción. Ese es el título de un agudo y valioso libro francés, vertido al cine: Être et avoir. Ser y tener. Una historia escolar en la que intervienen los valores de la educación.

Hoy, en este mundo tan materialista, hay una dejadez de valores fundamentales tales como educar en la igualdad, en el amor al prójimo, en el pensamiento crítico, en la cooperación, en la responsabilidad, en el medio ambiente… Y, naturalmente, en el tener discreto y sin obsesiones.

Vivimos, es indiscutible, en un mundo en que los bienes son necesarios para vivir, pero el ser es imprescindible. Tener es importante, pero ser lo es más. Hay valores que son fundamentales, es decir, valen por sí mismos como la salud o la belleza, pongamos por caso. Otros, por el contrario, son instrumentales como el dinero que solo vale si con él se pueden adquirir otros bienes, no todos.

Hay muchas cosas, muchísimas, que no se pueden comprar con dinero. Los ejemplos serían interminables. ¿Quién puede comprar una puesta de sol? Solo la imaginación, pero no el dinero. Era tan pobre, tan pobre…

Profesor

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