Si al abrir la prensa encontráramos el siguiente titular, «19 personas asesinadas por llevar sombrero», nos llevaríamos las manos a la cabeza y nos preguntaríamos qué clase de sociedad asesina simplemente por el hecho de llevar sombrero.
Sin embargo, cuando la noticia es que una mujer ha sido asesinada a manos de un hombre, por ser mujer, parece que nuestra sociedad se ha inmunizado y la reacción no es la misma. Que la violencia contra las mujeres existe es una realidad que nadie debería obviar, sin embargo, determinados discursos de la ultraderecha justifican estos asesinatos y los minimizan.
Recientemente, el Gobierno de España publicó las cifras oficiales de mujeres asesinadas por hombres que no sean sus parejas o exparejas. Es la primera vez que se contabiliza esta cifra en España y sorprende que el número de mujeres asesinadas fuera del ámbito de su pareja o expareja desde enero a junio de 2022 ascienda a 19, más de tres al mes.
Analizando estas cifras, encontramos que el 58% han sido asesinadas en el ámbito familiar y un 10% han sido feminicidios sexuales. A seis de estas mujeres las asesinó su propio hijo y a tres sus nietos. ¿Se repiten los patrones de violencia machista?
Hacen falta muchas cosas para cambiar este panorama: leyes que protejan a las mujeres, si, pero dotadas presupuestariamente, campañas de sensibilización e informativas, accesibilidad a los servicios jurídicos y de apoyo, etc. Todas son herramientas muy necesarias y útiles para acompañar y proteger a las víctimas y evitar que las estadísticas de la vergüenza sigan creciendo y que se han ido poniendo en marcha desde todos los ámbitos de gobierno del PSPV.
Mayor implicación social
Pero eso no es suficiente; es necesaria mayor implicación social, mayor condena por parte de la sociedad de cualquier tipo de violencia contra las mujeres, más educación en igualdad y feminismo que ayude a prevenir situaciones de violencia, acoso y asesinato contra las mujeres y mayor prevención en todos los ámbitos y sobre todo en aquellos que se han demostrado más vulnerables.
Las mujeres no somos un colectivo, somos la mitad de la población y la discriminación sistémica que se torna criminal debe ser respondida de manera decidida por la sociedad en su conjunto y por todos los poderes públicos.
Secretaria de Igualdad del PSPV-PSOE de la provincia de Castelló
