El 9 d’Octubre, dia de la Comunitat Valenciana, celebrem l’orgull de pertànyer a una gran terra, una terra amb una història i una cultura que han sigut claus en la nostra societat en el passat, en el present, i que ho continuaran sent en el nostre futur. Són moltes les coses que ens unixen als valencians, als alacantins, als castellonencs, i això mereix celebrar-se. Som gent treballadora, emprenedora, oberta, acollidora, que ens agrada mirar al futur i progressar, però també mirar al passat per a conservar les nostres tradicions i senyes d´identitat.ablar de nuestras señas de identidad es hablar de algo más allá de lo material o tangible, es hablar de un sentimiento de pertenencia a una tierra única, que en su día fue un reino, el Regne de València. Un reino que con Jaume I como fundador tenía su lengua, el valenciano, tenía su derecho, el foral valenciano -el derecho compilado más importante de su época-, tenía sus instituciones políticas propias, tenía su cultura y una literatura que alcanzó su apogeo con el Segle d´Or de las letras valencianas. Y con todos estos mimbres, con toda esta fuerza de nuestra historia, hay quienes hoy nos quieren desdibujar catalogándonos como una especie de sucedáneos de otros. Lamentablemente tenemos a un President de la Generalitat que, con su silencio cómplice, y regando con dinero público al catalanismo, ampara el pisoteo y menosprecio a nuestras señas de identidad. Frente a ello, una de las primeras cosas que hará el presidente del PP de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, al llegar a la Generalitat será aprobar una nueva ley de señas de identidad que proteja nuestras tradiciones, valores e idiosincrasia. Ya queda menos. Seguimos.
