El Partido Popular está proponiendo medidas concretas y claras para ayudar al sector azulejero y dotarlo de herramientas para poder hacer frente a esta crisis que tantos paros de actividad y pérdida de empleo está provocando en la provincia de Castellón. En el PP aportamos soluciones, y no palabrería hueca, para ayudar a unas empresas sobrepasadas por el precio de las materias primas y ahogadas en estos momentos por el aumento del precio de la energía.
Nuestro presidente, Alberto Núñez Feijóo, lo dijo bien claro el pasado viernes en su reunión con Ascer: «Es urgente tomar medidas para paliar la subida de los costes energéticos que está soportando la industria azulejera y proteger al sector».
En concreto, desde el Partido Popular hemos propuesto una tarifa especial para la industria hiper intensiva en energía; la suspensión del impuesto de CO2 hasta que la inflación vuelva a límites razonables; rebajar las cotizaciones; reducir el IVA; la activación de fondos europeos disponibles para ayudar a disminuir los costes energéticos; poner en marcha subastas de energía procedente de fuentes renovables específicas para consumidores industriales intensivos en energía; un paquete de ayudas excepcionales y temporales para paliar los costes del gas de forma inmediata, de forma directa o a través de créditos fiscales; ayudas directas por parte de la Generalitat Valenciana; la activación de mecanismos de interrupción para que, si hay que hacer cortes de suministros, que la industria sea prioritaria; o la creación de una Mesa nacional de la Cerámica similar a la mesa autonómica que ya funciona en el PPCV.
Ambigüedad de Puig y Sánchez
Son soluciones y medidas concretas que contrastan con la continua ambigüedad de Puig y Sánchez. Lo vemos en el día a día. El viernes, acuciado por la presión, el president de la Generalitat convocó una mesa de la cerámica a imagen y semejanza de la que ya puso en marcha el PPCV. El martes se reunió con los representantes del sector a bombo y platillo para volver a prometerles por enésima vez medidas de apoyo que ya sabemos por experiencia que nunca se traducen en nada concreto.
Puig ya no es creíble. Basta acudir a la hemeroteca. En septiembre pasado, anunció respaldo a la cerámica y ayudas del Gobierno al sector gas intensivo hasta el límite que fije la Unión Europea. Nada se sabe y ahora vuelve a prometerlo. Lo único que fue capaz de concretar es que «se reunirá próximamente con el gobierno central». ¿Pero aún no lo había hecho cuando viene diciendo desde hace meses que presiona al gobierno para conseguir ayudas? Antes también anunció medidas para la innovación, deducciones fiscales tras el covid-19, que desbloquearía los proyectos de energía fotovoltaica, flexibilizaría las exigencias de la transición energética en Bruselas o que instaría al Gobierno y a la Unión Europea a ampliar el marco de ayudas y los recursos para el sector. Tampoco ha conseguido nada mientras los gobiernos de Europa sí que tienen claro cómo actuar. Sus promesas son meros anuncios mientras la industria vive una situación límite sin poder aguantar más, con cierre de empresas y más de 7.500 trabajadores en ERTE.
Como escribió Alexander Pope, «las palabras son como las hojas; cuando abundan, poco fruto hay entre ellas». Hace tiempo que la administración debía haber actuado y aliviado a las empresas que sufren de forma directa e implacable el aumento del precio de la energía.
Es imprescindible tomar medidas de verdad, antes de que sea demasiado tarde, para garantizar la viabilidad y competitividad del sector azulejero. Pero no con palabras, sino con hechos reales. Desde el Partido Popular sabemos cómo hacerlo y estamos preparados para llevarlo a cabo.
Presidente PPCV
