El Periódico Mediterráneo

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Henri Bouché

PUNTO DE VISTA

Henri Bouché

Todos los Santos

De tanto hablar de Halloween se nos olvida recordar que ayer, la fiesta cristianizada de Todos los Santos es una de las principales celebradas en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica (y no solo de ella). Muchos otros credos la celebran con características distintas, aunque con elementos comunes. Para el mundo católico la llamada Iglesia triunfante recuerda a los santos que interceden por la humanidad; la llamada Comunión de los santos aúna a los fieles vivos y a los difuntos que moran en el Purgatorio. Pero el día de ayer reúne a diferentes cristianos que han alcanzado aquella Comunión sin haber sido realmente canonizados. Es el caso de los numerosos mártires. Bonifacio IV, en el siglo VII, decretó el primero de noviembre Día de todos los Santos para honrarlos.

Llevar flores al cementerio

Desde los primeros tiempos del cristianismo la veneración por los santos fue expandiéndose. Uno de los cultos más antiguo, aparte del de los mártires es el que se honra a María, y que recibe el nombre de hiperdulía en tanto que a los santos se denomina dulía y el de Dios latría. Algunas costumbres perduran en el tiempo como es el llevar flores al cementerio; otras son más propias de países americanos en la que se realizan comidas familiares alrededor de las tumbas. Aquí, en España, hay algunos dulces típicos que no pueden faltar en este día, tales como los huesos de santo y los buñuelos de viento.

Tal día como hoy, día de los difuntos, se trata de recordar más intensamente a los fieles difuntos con plegarias. Una inclusión más tardías, pero más adornada con elementos paganizantes es el denominado Halloween. Otro día hablaremos de él.

Profesor

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