Estos días se está celebrando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 en Sharm El Sheikh, Egipto. La COP 27, o la Cumbre del Clima. Seguramente habrá oído hablar de ella más de una vez, incluso aunque no lo sepa. Desde el protocolo de Kyoto (COP 3) han pasado 24 años. Desde los Acuerdos de París (COP 21) han pasado seis.
Si tiene usted sensación de estancamiento: bienvenido, no está solo. Seguramente habrá sufrido, como casi todos, este verano del 2022. El más caluroso de la historia. Bueno, se suele decir desde que hay registros, pero viendo que los registros no paran de subir, creo que podemos decir «de la historia» sin despeinarnos. Lo cierto es que cuando nos vamos a las medias anuales, los últimos ocho años han sido los ocho años más calurosos de la historia (sí, desde que hay registros, pero ya hemos comentado esto antes). El cambio climático es una realidad innegable, y los efectos que esto va a producir son muy serios y reales.
Máximo de concentración de CO2
La realidad es que, incluso con todas las buenas intenciones que vemos, con los anuncios de sostenibilidad, con las conferencias, con los acuerdos, con los compromisos a los que algunas empresas nos empiezan a tener acostumbrados, este año hemos marcado el máximo de concentración de CO2 en la atmósfera.
Durante la crisis energética que estamos viviendo durante todo este año, vemos cómo hay algunas empresas que están siendo las grandes beneficiadas. Y, además, coincide con que son también las grandes culpables de la crisis climática. Las energéticas del sector del gas y del petróleo (y las eléctricas también) están registrando beneficios históricos, con márgenes nunca vistos, a costa de nuestro presente, en forma de inflación, y de nuestro futuro en forma de aceleración del cambio climático.
Y, sin embargo, oímos cada día a las derechas de este país negar la evidencia. Y no, no todos son negacionistas. Algunos son retratistas, que es peor. Aceptan el cambio climático, pero ponen todas las trabas posibles en su lucha mientras sonríen para la foto.
Es más necesario que nunca un cambio total. Aún tenemos la posibilidad de revertir y mitigar los efectos del cambio climático, pero para eso hace falta que seamos sinceros, aceptemos la realidad y estemos dispuestos a luchar por ella.
Vicesecretario general del PSPV de Castelló y diputado nacional
