Parece imposible que el presidente Sánchez llegue más allá, pero lo ha hecho. Acabar con el delito de sedición para completar la tarea que iniciaron con el indulto a los golpistas. Es el precio que paga a sus socios para que le apoyen y continuar en el poder a costa de lo que sea. Somos el único país europeo con comunistas en el gobierno y con el apoyo de independentistas y bilduetarras que en cualquier país europeo están prohibidos.
Como casi todas sus fechorías lo tramitan vía proposición de Ley y así se cargan los preceptivos dictámenes del Consejo de Estado, del CGPJ y del Consejo Fiscal, que previsiblemente serían totalmente contrarios, en lugar de usar el proyecto de Ley para que todos al menos opinaran. Con esta medida no solo les saldrá gratis a los antiguos sediciosos sino que permitirá que lo vuelvan hacer impunemente y que nuestra unidad y legislación sean fácilmente atacadas.
Para justificar lo injustificable dicen que lo hacen en la línea europea. Mentira y de las gordas, mentir es su comportamiento habitual. Las penas previstas en los países de nuestro entorno para estos comportamientos son muy superiores, van de los 15 años a la cadena perpetua, como ya dijo el Tribunal Supremo. Algunos barones territoriales del PSOE manifiestan su incredulidad ante esta barbaridad, pero el gobierno valenciano transmite su apoyo a la reforma. Qué vergüenza, espero que la gente lo recuerde a la hora de votar, y no apoye la ruptura de España. Solo cabe defender nuestra democracia, nuestra Constitución y nuestra libertad, hoy atacados por la negociación de Sánchez.
Notario y doctor en Derecho