LA CLAVE POLÍTICA

Derechos humanos y dignidad

Irene Gómez

Irene Gómez

La violencia de género y machista, las migraciones, la violencia estructural, el cambio climático, el feminismo interseccional, las políticas de identidad, la salud pública, la pobreza y la exclusión social, todas, nos interrogan cada día sobre el papel de los derechos humanos.

Desafortunadamente, en pleno siglo 21, los derechos humanos no son respetados. Siguen siendo ignorados por individuos, grupos y estados. Incluso hoy, décadas después de la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, los derechos humanos siguen siendo violados. Por lo tanto, el clamor de observancia y aplicación de los derechos humanos no ha perdido su relevancia, basta pensar en las palabras clave como tortura, protección de refugiados, derecho de asilo, libertad religiosa o violencia contra las mujeres.

El lema del Día de los Derechos Humanos para este 2022 es Dignidad, libertad y justicia para todos y todas y en esa línea me gustaría detenerme en el concepto de dignidad. Pese a que la dignidad tiene numerosas dimensiones, en el decurso histórico-filosófico y constitucional, la imbricación entre dignidad y derechos humanos no debe verse como una utopía, sino como una realidad, como una categoría universal que comprende la triada de libertad, igualdad y solidaridad o fraternidad entre los hombres. 

El concepto de dignidad impregna todos los ámbitos de la vida, tanto la personal, social, cultural, política y todas las demás que puedan existir puesto que todas las personas tienen la misma capacidad de realizarse humanamente en su magnitud corporal, material, racional y también espiritual; asegurando así su trascendencia como tal. La dignidad de la persona es así una característica distintiva de los seres humanos frente a los demás seres vivos. La dignidad hace de la persona un fin en sí misma evitando que sea un medio para lograr otros fines.

Cuando empecemos a ver la dignidad en su dimensión de promotora de la persona, fomentando nuevas condiciones sociales, culturales y políticas que permitan su desarrollo en dignidad, es cuando podremos hablar de derechos humanos garantizados.

Mientras tanto, en todos los niveles debemos seguir trabajando en desarrollar las condiciones adecuadas por las que todas las personas se consideren seres libres y con dignidad.  

Diputada de Unides Podem por Castellón en Les Corts