LA CLAVE POLÍTICA

La luz de las ciudades

José Luis López

José Luis López

Nos adentramos en tiempos navideños, en este mes que va ser una especie de paréntesis ante los tiempos complicados que estamos viviendo. Van a ser tiempos de reencuentro, estima, de compartir ciertas ilusiones que, desde hace dos años, habíamos aparcado y creíamos olvidadas. El encendido de las luces navideñas en la plaça Major de Castelló, la tarde del pasado martes, fue un acto significativo, unos instantes en los que nuestra emblemática plaza se llenó de colores y de decenas de personas deseosas de participar y disfrutar del principal jardín efímero de la ciudad.

Grandes y pequeños recorrieron este gran espacio, con la mirada ilusionada en unas fiestas que nos atrapan y nos llevan a desear los mejores augurios. Fue una tarde bella y compartida con la alcaldesa Amparo Marco, las reinas de las fiestas de Castelló, las y los compañeros de la corporación municipal, así como con esas madres, padres, y sus pequeñas y pequeños entregados al mundo de la alegría y los sueños.

Castelló ya se ha vestido de fiesta navideña, de colores y de ilusiones. Como en otros años, como siempre. Pero, por otra parte, esta ciudad tan compartida por su ciudadanía, no es la misma que proyecta y critica la derecha castellonenses y su ultraderecha. Ambientar una ciudad en el mes de diciembre no suele gustar a todos. Nunca pasa. Por un lado, hay quienes reclaman más iluminación, frente a quienes denuncian tanto despilfarro. En cualquier caso, el Ayuntamiento ha debido tomar la decisión del ahorro energético.

Pero no es lo más importante. No somos ni Madrid ni Barcelona. Somos Castelló, una pequeña gran ciudad. Y somos una ciudad solidaria y comprometida con su desarrollo sostenible. Somos una ciudad vanguardista y avanzada que se está posicionando en el liderazgo de las mejores urbes europeas. Somos una ciudad donde residir es un privilegio.

Ejemplo del desarrollo

Nuestra Navidad urbana es un ejemplo del desarrollo de la vida institucional y ciudadana. Aquí vivimos, afortunadamente, anclados en la realidad. Cada luz instalada en cada árbol, en cada estructura navideña, cobra fuerza porque son elementos sostenibles y, por cierto, muy disfrutados por la ciudadanía.

Diciembre es un mes de paz, estima, solidaridad y esperanzas. Castelló se despedirá este año con la dignidad y orgullo de contar con el nuevo Plan General. Una actualidad lejana a las afrentas y violencias verbales de la oposición, de la derecha castellonense y su ultraderecha que siguen empeñadas en destruir el futuro y los buenos pronósticos de la ciudad.

Igual que pasó la tarde del martes, cuando centenares de familias, de niñas y niños, recorrieron el jardín efímero a los pies del palacio municipal, la ciudad se suma, cada día más, a los avances y a un futuro que nos ilusiona.

Nos adentramos en un mes nada fácil, a pesar de la alegría navideña. La actualidad es maldita. Cada día sumamos más noticias negativas, preocupantes. Y, a pesar de todo, nuestra ciudad cumple los requisitos de luchar por sus habitantes, de seguir trabajando a fondo por su futuro y con el compromiso de cumplir sus sueños.

Portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló

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