EL TURNO

Un paseo por Vinaròs

Juan Amat

Juan Amat

A seis meses de acabar la legislatura resulta pertinente evaluar la gestión del alcalde que, obviamente, no resiste la hemeroteca. Un alcalde, Guillem Alsina, al que incomoda su propia ciudad, en la medida en que transitarla le supone darse de bruces con la realidad de sus numerosos incumplimientos.

La falta de inversiones en infraestructuras deportivas es uno de los principales problemas del municipio, cuyas instalaciones no están a la altura de los usuarios y usos que de ellas se hacen. Nada ha hecho en siete años al respecto y, lo peor de todo, nada hará en los seis meses que quedan.

Carencias a las que se suma la inexistencia de auditorio, pese a haber sido prometido con el mismo descaro con el que hoy se desentiende de todas sus promesas. Su nula gestión urbanística conlleva haber condenado a la parálisis los PAIS del Vinalab, Torre Ballester, o el de la guardería, entre otros.

Malestar de los comerciantes

Andando por el centro, el sr. alcalde dará con el malestar de los comerciantes que tienen presente el incumplimiento que supone no haber elaborado el plan de casco antiguo y, por supuesto, que no busque cines, porque únicamente encontrará su foto celebrando un inicio de obras que nunca se produjo.

Yendo al paseo marítimo, le preguntarán por la tan publicitada pasarela peatonal que tenía que cruzar el río Cervol y estar acabada en 2019, pese a lo que hoy sigue, sin ni siquiera, fecha de inicio de obras.

Tan pésimo balance de gestión pone de manifiesto el nuevo impulso que requiere Vinaròs, que sí o sí ha de pasar por un gobierno eficaz.

Portavoz PP Vinaròs

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