A FONDO

La sanidad valenciana, en coma profundo

La nefasta política de Ximo Puig y sus socios de Compromís hacen que la situación sea grave

Marta Barrachina

Marta Barrachina

La Sanidad Pública Valenciana está en coma profundo. La nefasta política del socialista Ximo Puig y sus socios de Compromís ha llevado a nuestra sanidad a un callejón sin salida. La situación es grave, y hasta los profesionales del sector se atreven a calificarla de terminal si no se adoptan ya las medidas necesarias para garantizar que los castellonenses, los alicantinos y los valencianos vuelvan a recibir una atención de calidad.

Por eso en el Partido Popular de Castellón nos sumamos al plan de choque sanitario que ha propuesto nuestro presidente regional, Carlos Mazón. Un conjunto de medidas ágiles y eficaces para acabar con el colapso que tiene paralizada la atención sanitaria en toda la Comunitat, pero que los castellonenses padecemos de una manera muy singular. Las interminables listas de espera y la falta de camas en el Hospital General o el paulatino e imparable desmantelamiento tanto del Hospital Comarcal de Vinaròs como del Hospital Provincial de Castellón son trágicos ejemplos de lo que está pasando en la provincia.

Los problemas que tiene la sanidad valenciana son el resultado de la nefasta gestión de Ximo Puig y sus socios de Compromís. La izquierda llegó al poder con la promesa de salvar a las personas y, ahora, ni siquiera puede curarle un simple rasguño… Lamentable. Trágico y lamentable.

Por eso, desde el PP apostamos por un plan de incentivos para los sanitarios que puedan y quieran trabajar más horas. También defendemos la necesidad de crear un blindaje del presupuesto sanitario para que, como mínimo, represente el 30% del total del presupuesto de la Generalitat.

Esperas de hasta 30 horas

Los castellonenses no pueden soportar esperas de hasta 30 horas en Urgencias a la espera de un ingreso o demoras de hasta 14 meses en las listas de espera de Cardiología del Hospital General. Estos plazos son inaceptables y ponen en riesgo las vidas de pacientes que podrían presentar patologías importantes. Pero las demoras también afectan a pruebas diagnósticas, como colonoscopias, que siguen teniendo unos dos años de espera en la capital de La Plana, además de ecocardiografías o resonancias para especialidades como Neurología, donde los retrasos son de hasta ocho meses o, incluso, pueden llegar a superar el año…

El Hospital Comarcal de Vinaròs ya está casi desmantelado. Ni sombra del que fue. Y lo mismo está ocurriendo con el Hospital Provincial, que durante décadas fue ejemplo de eficiencia y superación a nivel nacional, donde cada vez funcionan menos servicios. Falta planificación, medios y profesionales para reducir las listas de espera y recuperar pruebas cruciales como la campaña de prevención de cáncer de colon, que acumula seis meses sin poder realizarse.

Desmantelamiento

Estamos asistiendo a un imparable desmantelamiento del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, con vacantes sin cubrir, con profesionales doblando turnos o estirando al máximo su jornada laboral. Por eso consideramos como insuficientes el número de plazas anunciadas por la Conselleria para el Hospital Provincial. La plantilla de profesionales continúa siendo bastante inferior a la que se encontró el PSOE cuando entró en el Gobierno y comenzó con el desmantelamiento de un centro sanitario que fue un referente para todos.

Frente a un servicio sanitario de calidad no se puede anteponer los intereses políticos, las ideologías o los partidismos. Nada hay más importante que la sanidad. Y la situación es tan grave --y decadente-- que hasta los propios profesionales sanitarios han alzado la voz ante la falta de medios y recursos para desarrollar su trabajo, pero Ximo Puig continúa de brazos cruzados, mirando hacia otro lado y como si el problema le fuera ajeno… Pero lo más triste es que él, Ximo Puig, es el problema.

Alcaldesa de Vall d’Alba, diputada provincial del PP y presidenta provincial del PP

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