CON LAS OREJAS TIESAS

¿Operar en castellano o en valenciano?

Juan Lozoya

Juan Lozoya

En este mundo que nos hemos empeñado en legislar, normativizar y burocratizar hasta el absurdo, a veces da pequeños pasos hacia atrás, que en realidad lo que hacen es devolver parte del sentido común que estamos perdiendo.

Y en esa línea va una decisión que ha adoptado el Consell, la Conselleria de Sanitat o el propio Ximo Puig. No sé si uno de ellos, o los tres, como si fuesen la Santísima Trinidad.

Y es que quitarán peso a la acreditación del conocimiento de valenciano en las baremaciones para acceder a puestos de trabajo respecto a otras acreditaciones académicas como másteres o formación especializada.

No soy valenciano parlante, pero tras 30 años viviendo en esta provincia lo conozco de sobra, y estoy más que cómodo entre valenciano parlantes cuando están en plena conversación, igual que ellos lo están conmigo al responderles en castellano.

Pero una cosa es eso y otra muy diferente que, en el mundo de la sanidad, en el que el cuerpo humano habla un lenguaje universal, pudiese puntuar hasta tres veces más el hecho de acreditar el máximo conocimiento del valenciano que la mejor especialización del mundo mundial. ¡Ahora, al menos, se iguala la puntuación, que ya está bien!

Reproches

Miren, conozco a especialistas que se han visto ante algún paciente que les ha reprochado no atenderles a ellos en valenciano, pese a que no tenían problema en que se dirigiesen a ellos en la lengua autóctona.

Y siempre que han planteado a sus pacientes si prefieren un doctor que les atienda en valenciano, pero sin su formación acreditada o un doctor que acredite una formación de primer nivel o con conocimientos excelsos del valenciano, ¿saben que han elegido los enfermos? Ya se lo pueden imaginar ustedes, ¿no?

Así que, ¡bienvenida un poco de lógica a la sanidad!

Periodista

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