Un año de graves dificultades

Despedimos un año difícil. Si bien íbamos superando el impacto socioeconómico de una pandemia sin precedentes, la guerra en Ucrania ha provocado una grave crisis humanitaria y una situación mundial de grandes complejidades económicas. Despedimos un año de constantes obstáculos que, desde las administraciones públicas, se sigue combatiendo para paliar las consecuencias, sobre todo en las personas más vulnerables.

El Gobierno acaba de aprobar un importante paquete de medidas de ayuda a la ciudadanía, suprimiendo el IVA en productos básicos de alimentación, así como la reducción de este impuesto en otros imprescindibles en la cesta de la compra y la bajada del precio de la luz. Son ejemplos importantes que pretenden aminorar los tremendos efectos de la situación global económica y de una inflación que merma la esperanza en el futuro cercano.

Los gobiernos progresistas, como el de la Generalitat o el Ayuntamiento de Castelló, vienen trabajando para las personas y sus necesidades. Desde que comenzara el confinamiento y los dos años de restricciones sociosanitarias que le siguieron, nos hemos volcado en luchar contra las adversidades, priorizando las políticas sociales y de bienestar social, además de generar empleo, bonificaciones fiscales e incentivos para los sectores más afectados como el comercio y la hostelería. Desde el gobierno municipal se ha gestionado para priorizar soluciones a estas grandes dificultades.

Este año es el del nuevo Plan General de Castelló, tras más de una década de desidia y mala gestión de los gobiernos del PP. Ahora, por fin, la ciudad puede proyectar un futuro con garantías jurídicas y un horizonte de prosperidad que marcará el desarrollo de Castelló en las próximas décadas. El Plan General es un hito en la historia municipal, una realidad que ha empezado a ponerse en marcha y significará la transformación de Castelló en una ciudad moderna, emprendedora, sostenible y de oportunidades.

Hoy, los presupuestos municipales para 2023 serán presentados en el pleno, tras recibir su aprobación en la última Junta de Gobierno. Unas cuentas que ascienden a 195,8 millones de euros y que están centradas, sobre todo, en la ciudadanía, en políticas sociales y en proyectos que generen riqueza y avances socioeconómicos. Unos presupuestos para el progreso, para la justicia social y para seguir creciendo como ciudad que camina firmemente hacia un futuro esperanzador. A pesar del catastrofismo que viene pregonando la derecha y su ultraderecha, de la demagogia electoral que dedican a una ciudad que no se merece tanta manipulación y falta de respeto.

Despedimos un año muy difícil, doce meses de guerra, de dolor, rabia e indignación.

Quiero desearles lo mejor para un buen 2023, que sea tiempo de esperanza y felicidad, tiempo para el entendimiento, el diálogo, la igualdad, la paz y la estima.

Portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló

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