FIRMA INVITADA

Doce campanadas

Begoña Carrasco

Begoña Carrasco

En apenas unas horas entramos en 2023. Lo afrontamos con ilusión máxima y convencimiento de que será mejor. Castellón se lo merece. Estamos hartos de pandemia, de crisis, de promesas que nunca llegan, de pagar por todo más y de recibir muy poco a cambio.

Cantaba Mecano: «5 minutos antes de la cuenta atrás, hacemos el balance de lo bueno y malo». El 2022 ha tenido cosas buenas, no digo que no, pero me van a permitir que recuerde 12 campanadas en el plano municipal que aún resuenan en nuestra ciudad, fruto de la ineficiente gestión del PSOE y sus socios de Compromís y Podemos. Enero de 2022 lo comenzamos con un alza de la delincuencia de casi el 30%; febrero trajo la polémica por un nuevo conservatorio de música que nunca llega; marzo, las fiestas de la Magdalena más caóticas e improvisadas de la historia; en abril, la Generalitat tumbaba la Pérgola y la mano derecha de la alcaldesa saltaba del barco de su gobierno por «pérdida de confianza». En mayo, Bruselas sacaba los colores al PSOE por la reforma de Lidón; junio arrancó con la Marjaleria infestada de mosquitos, y julio sin chiringuitos en las playas, sin servicios básicos y sin bandera azul para el Serradal. Agosto vio cómo los comercios recogían 1.500 firmas contra el Castellón Central; y la vuelta al cole de septiembre se hizo sin colegios nuevos otro curso más; en octubre, Castellón fue noticia nacional por las viviendas okupadas, y noviembre trajo un plan general que recorta suelo industrial y deja a la Marjaleria sin amparo jurídico. Despedimos diciembre con colas de hasta 36 horas de espera para una cama en el Hospital General.

Sí, el nuevo año ha de ser y será mejor. Soñemos juntos el Castellón que queremos. Feliz 2023, y a partir del próximo 28 de mayo, próspero año nuevo para todos.

Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón

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