PUNTO DE VISTA

Ya llegan los Reyes

Henri Bouché

Henri Bouché

"Todo pasa, todo fluye…» decía Heraclito el Oscuro. Así han pasado las Navidades, así ha comenzado el Año Nuevo y ahora, dentro de este ciclo, nos quedan los Reyes Magos, que también eran majos por lo que sabemos, y generosos por lo que vemos.

Según la versión más generalizada eran tres: Gaspar (Gathaspa), Melchor (Melichior) y Baltasar (Bithisarea). Melchor era el más viejo y ofreció al Niño oro, símbolo de la realeza divina; Gaspar era un joven imberbe, ofreció incienso, símbolo de la divinidad; y Baltasar (¿negro, tez morena?), mirra, que significa que el Hijo del Hombre debía morir. Es curioso que hasta el siglo XVI este rey no fue considerado negro (fuscus dice Beda el Venerable).

La historia de los Reyes Magos, su regreso y sus andanzas ha sido pródiga en versiones pictóricas y en relatos casi legendarios. Al fin parece que nuestros personajes, sus tumbas, aparecieron en Milán y posteriormente fueron trasladados a la catedral de Colonia, erigida precisamente en su honor.

Fiesta infantil

En el siglo V, al menos en Occidente, se fijó el 6 de enero para celebrar su fiesta. En España, los Reyes como fiesta infantil de regalo de juguetes no fue conocida hasta recientemente (siglo XX), si bien anteriormente se atribuía a Melchor la tarea de proveer a los niños de cosas útiles como zapatos; Gaspar ofrecía golosinas, requesón o frutos secos; y Baltasar tenía la peor tarea: castigar y entregar carbón a los niños traviesos. Durante el siglo XIX se popularizó la carta a los Reyes Magos con la petición de los regalos. Para terminar, una carta de un niño de Málaga: «Yo soy Iván Darío y quiero todo lo que hay en El Corte Inglés. Soy muy bueno». ¡Y modesto el niño!

Profesor

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