La firma del director

El haba y el rey están por venir

Devorado el roscón festivo, ahora tocará saber a quién le tocará el haba de los infortunios o el rey de los triunfos

Ángel Báez

Ángel Báez

Ahora sí. En este primer domingo posnavideño que muchos aprovecharán --si no lo han hecho ya-- para plegar el abeto de los grandes fastos y las difíciles digestiones, comienza ya un año repleto de citas electorales y de episodios económicos que nos devolverán a esa rutina en la que ya veníamos instalados bajo el paraguas de la incertidumbre.

En el plano político y tal como parecen coincidir los sondeos --esos que nadie se los cree pero que todos tienen tan en cuenta-- las tres urnas de este año nos hablarán hasta qué punto está instalada esa querencia natural al bipartidismo de otros tiempos. Y en el campo económico, cómo será el comportamiento de una cesta de la compra donde prima el menos por más o las consecuencias en la industria de una energía que, tras ponerse por las nubes, se mantendrá sine die en la estratosfera, sin tregua unilateral si nada o nadie lo remedia.

Devorado el roscón festivo, ahora tocará saber a quién le tocará el haba de los infortunios o el rey de los triunfos, porque en este domingo, el de la vuelta a la rutina, 2023 verdaderamente se estrena y lo hace en una semana marcada por la actividad política, asambleas, primarias y la confección, a puntadas pero con hilo, de unas listas que nos deben volver a llenar plenarios y parlamentos. De momento y como aperitivo que favorezca el voto, no faltarán planes para la activación de obras de última hora, gestos hacia la grada que olviden una difícil legislatura marcada por los sinsabores de una pandemia y una guerra a las puertas de casa.

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