A FONDO

Por una sanidad pública eficaz

La falta de planificación y la incapacidad para gestionar de Puig incide en una atención deficitaria

Carlos Mazón

Carlos Mazón

Los siete años de inacción de Ximo Puig han resultado especialmente dañinos para una sanidad al borde del colapso, con comarcas abandonadas y consecuencias muy negativas para todos los usuarios sin que nadie tome cartas en el asunto.

La falta de planificación y la incapacidad para gestionar de Puig incide directamente en el día a día de una atención deficitaria, a pesar de los esfuerzos de unos profesionales de la salud desbordados y sin medios. Puig prometió para la provincia más centros de salud, refuerzos sanitarios, mejora de los servicios o la integración del Hospital Provincial en la red de hospitales públicos de la Generalitat. Pero la realidad es totalmente distinta: deterioro progresivo y una escandalosa incapacidad del Consell por revertir la situación. No han hecho nada. No es que Puig no quiera solucionar los problemas sanitarios, es que viene demostrando que no sabe cómo hacerlo y las medidas que plantea son anuncios que solo contribuyen a agravar más la situación.

La realidad es que el tiempo de espera en atención primaria está entre los más altos de España, hay SAMU que circulan sin médicos, listas de espera quirúrgicas interminables como los 313 días para una prótesis de cadera en Vinaròs, nulos refuerzos, falta de medios y profesionales en el Hospital de Vinaròs, el Hospital Provincial, el General, el Hospital de la Plana de Vila-real… Hay déficit de camas, cierre de unidades, centros de salud con horarios limitados, urgencias saturadas, servicios perdidos como Reumatología en el Departamento de la Plana o el programa de prevención de cáncer de colon en el Provincial, reformas paralizadas o retrasadas como en el General de Castellón, o situaciones lamentables como la avería de dos meses del ascensor del centro de salud Jaume I de Castellón o la falta de vehículos sanitarios adecuados en los centros de salud de zonas rurales como Pobla de Benifassà, Vistabella y Montanejos sin ninguna explicación y tras de años de espera.

Desmantelamiento

Esta es la lamentable e interminable lista del día a día que padecen pacientes y profesionales en la provincia de Castellón. Por si fuera poco, este desmantelamiento aumenta con la desconexión de la coordinación de las urgencias provinciales, CICU, que pasa ahora a centralizarse desde Valencia, o con la implantación de ideas peregrinas como es el caso de primar el valenciano sobre los conocimientos técnicos en la contratación de profesionales.

Los hechos demuestran que para este Consell, la salud de los ciudadanos no es una prioridad. Miran hacia otro lado y tratan de camuflar la realidad con propaganda. Y mientras, Ximo Puig ni está ni se le espera. Se ha convertido en el president de un Consell a la fuga, agotado y en descomposición.

Desde el PPCV sabemos cómo se puede mejorar la grave situación actual: con trabajo, con planificación, con profesionalidad y poniendo a disposición de la sanidad pública todos los recursos disponibles. Proponemos destinar al menos el 30% del presupuesto global a sanidad, establecer incentivos adecuados y prioritarios para el personal, poner en marcha la norma 50 días para evitar la demora en la atención asistencial, crear la Dirección General de Atención Primaria o, entre otras medidas, establecer un plan de captación, mantenimiento y dignificación de la profesión.

Los castellonenses y los desesperados profesionales de nuestra sanidad pública no pueden aguantar más. Merecemos, por ello, una sanidad pública eficaz, eficiente y con plenitud de garantías.

Presidente PPCV

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