CON LAS OREJAS TIESAS

Mucha capacidad, escasa voluntad

Juan Lozoya

Juan Lozoya

La verdad es que yo sí que esperaba con expectación la visita de la vicepresidenta Calviño a Castellón. Algún empresario me decía que me olvidase, que no iba a haber ningún anuncio más allá de lo que se había dado a conocer a finales de año.

Pero yo creía que se equivocaba. ¿Cómo toda una vicepresidenta primera y gurú económica del Gobierno iba a venir a esta provincia, la de la cerámica, sin una sorpresa en su cartera ministerial para responder a las urgentes necesidades que están acuciando a la principal industria local, pilar de la economía autonómica y baluarte de la balanza comercial a nivel nacional?

¡Joder, pues lo ha hecho! La jornada que Mediterráneo y PortCastelló organizaron anteayer brillantemente eran el escenario ideal para que Nadia Calviño respondiese a las expectativas generadas y presentase una línea de ayudas que realmente fuesen un bálsamo a una industria que se merece mucho más que una palmadita en la espalda.

Atónito

El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, atendió a la intervención de Calviño tan atónito que se fue a la reunión posterior con la vicepresidenta sabiendo lo que ya suponía antes, que las decenas de empresas que representa y las decenas de miles de trabajos que sustentan sus asociados seguirán siendo responsabilidad casi exclusiva del sector.

Tal vez, si la ministra hubiese podido llegar a tiempo a las intervenciones previas a la suya, habría escuchado al conseller Arcadi España, de su propio partido, poner en valor el anuncio de 100.000 millones de euros que va a conceder en diferentes ayudas el Gobierno alemán para ayudar a superar la crisis energética y económica agravada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Pero, como me decía este empresario, que tenía más razón que un santo, el problema de la ministra Calviño y del Gobierno Sánchez no es de capacidad, sino que falta voluntad.

Periodista

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